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El Ejército sirio culmina sus operaciones con ejecuciones sumarias, según Pillay

Ha asegurado que cuenta con informes de "atrocidades" cometidas en Damasco por francotiradores asociados al régimen

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  • Navi Pillay -

La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, ha asegurado este viernes que cuenta con informes de "atrocidades" cometidas en Damasco por francotiradores asociados al régimen, y ha detectado un patrón "discernible" en las operaciones militares del Ejército sirio que comienzan con cortes de suministro, siguen con bombardeos y acaban con "ejecuciones sumarias".

   "Durante las fases iniciales, cortan el suministro eléctrico, el agua y la llegada de alimentos. Después tiene lugar un intenso bombardeo con armamento variado, con un apoyo aéreo cada vez mayor de helicópteros de combate e incluso cazabombarderos. Luego llegan los tanques, acompañados de infantería que van puerta a puerta ejecutando con frecuencia y de manera sumaria a los presuntos miembros de la oposición", según explicó la responsable de la ONU, citando informes sobre el terreno.

   "Los cuerpos de los ejecutados son incinerados o llevados a otra parte", apostilló Pillay, que ha advertido de que los responsables de la violencia no escaparán a la acción de la justicia, y ha pedido tanto a las fuerzas del Gobierno sirio como a los rebeldes que discriminen a la población civil de Alepo, ciudad que está a punto de ser escenario "con casi toda probabilidad" de un enfrentamiento "a gran escala".

   "Los asesinatos premeditados, bien cometidos por el Gobierno o las fuerzas de seguridad, podrían constituir crímenes de guerra o contra la Humanidad. La tortura, de igual modo, está prohibida bajo cualquier circunstancia", hizo saber a través de un comunicado.

   La oficial de la ONU advirtió de que "los responsables de estos crímenes no escaparán de la justicia". "El mundo no olvida ni perdona crímenes como estos, y lo que digo se aplica a tanto a las fuerzas de oposición como al Ejército y sus aliados", añadió.

   Pillay se centró no obstante en la responsabilidad "primordial" del Gobierno sirio para "proteger a los civiles de todas las formas de violencia". "Hay ocasiones en las que el Gobierno ha actuado de acuerdo con el Derecho Internacional al dar a los civiles la oportunidad de abandonar las zonas que ataca, y en otras no", añadió.

   En lo que se refiere a los recientes combates de Damasco, Pillay aseguró que está recibiendo "informes no confirmados de atrocidades" en la capital entre las que figuran "ejecuciones extrajudiciales y asesinatos de civiles a manos de francotiradores".

   "No hace falta decir que el uso cada vez más intenso de armamento pesado, tanques, helicópteros de combate e incluso --según algunas informaciones-- aviones de combate en zonas urbanas están provocando bajas civiles y ponen a muchos a más civiles en grave peligro", insistió.

La ONU: la reducción del contingente de la UNSMIS en Siria es temporal

El subsecretario general de Operaciones de Pacificación de Naciones Unidas, Hervé Ladsous, ha explicado este jueves que la reducción del contingente de la Misión de Supervisión de la ONU en Siria (UNSMIS) es temporal y que los 150 observadores que han sido enviados a casa podrían ser desplegados de nuevo.

   En una rueda de prensa celebrada en Damasco, Ladsous ha indicado que la reducción a la mitad del número de observadores de la UNSMIS obedece a la coyuntura, por lo que "si las circunstancias cambian, serán llamados de nuevo para que cumplan con sus obligaciones". "Esa es nuestra sincera esperanza", ha dicho.

   Además, ha argumentado que, debido al deterioro de las condiciones de seguridad en Siria, no era útil tener desplegados tantos observadores, sobre todo, por las limitaciones en los desplazamientos. "Nos encontramos a nosotros mismos con un montón de gente que no tenía nada que hacer", ha revelado.

   Así, ha aclarado que "Naciones Unidas no está haciendo las maletas y volviendo a casa". "Intentaremos hacer nuestra mejor contribución en la búsqueda de una solución, especialmente política, que debe producirse en un marco construido y dirigido por los sirios", ha subrayado.

   Interrogado por los últimos acontecimientos en el país árabe, Ladsous ha expresado su preocupación por "los altos niveles de violencia" en las ciudades de Damasco, Aleppo, Homs y Deir Ezzor, según ha informado la organización internacional en su Centro de Noticias.

   El pasado mes de junio, el jefe de la UNSMIS, el general noruego Robert Mood, anunció que sus operaciones quedaban suspendidas, debido a la escalada de violencia en Siria, insistiendo en que se reanudarían lo antes posible, aunque finalmente no ocurrió.

   A pesar de estos contratiempos, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas decidió la semana pasada prorrogar 30 días el mandato de la UNSMIS, que consiste en verificar el cumplimiento del plan de paz del enviado especial de la ONU y la Liga Árabe a Siria, Kofi Annan.

   El plan de paz contempla la retirada de las tropas y del armamento pesado de las ciudades, el cese de las hostilidades, el acceso de las agencias humanitarias y de la prensa internacional a las zonas en conflicto y el inicio de un diálogo nacional. Tanto Gobierno como oposición han denunciado su incumplimiento.

   En su nueva etapa, la UNSMIS estará liderada por el general senegalés Babacar Gaye, que fue nombrado el pasado 19 de julio. A su llegada a Damasco, ha señalado que "con 27 días por delante, se aprovechará toda oportunidad para aliviar el sufrimiento de la población", según el diario 'The Independent'.

El Ejército sirio intensifica los ataques contra Alepo

El Ejército sirio ha atacado este jueves la ciudad de Alepo, en el noreste de Siria, en un esfuerzo por derrotar a los rebeldes que tienen dominada la mitad de la ciudad.

   "Hubo bombardeos esta mañana en los distritos de Salaheddine y Mashhad", ha dicho el activista opositor Abu Hisham. "Ahora se han detenido, pero los helicópteros están zumbando por encima", ha agregado.

   Los activistas informaron el miércoles de que unas 24 personas fallecieron durante los combates entre el Ejército sirio y los rebeldes, un número que se suma a las más de 18.000 personas que han muerto en las revueltas contra el régimen de Bashar al Assad desde hace 16 meses.

   Debido a que las hostilidades se han intensificado en los alrededores de Alepo, Turquía cerró el miércoles el tráfico comercial, pero no ha impedido el paso a los refugiados que huyen de Siria.

   Entretanto, en Damasco una residente en el campamento de refugiados palestinos de Yarmouk, ha alertado de fuertes bombardeos, especialmente cerca del distrito de Hajar al Aswad, considerado uno de los bastiones rebeldes. Los ataques comenzaron cerca de las 07.00 horas (06.00 horas en la España peninsular) y se prolongaron unas tres horas.

LUCHA POR LAS CIUDADES

   La revuelta contra Al Assad ha evolucionado desde una insurgencia en las provincias a una batalla por el control de las dos principales ciudades, Alepo y Damasco, donde los combates estallaron la semana pasada.

   Las fuerzas del régimen han lanzado grandes contraataques en ambas ciudades y parecen haber expulsado a los rebeldes de algunos barrios de la capital. Ahora se encuentran atacando Alepo.

   En la ciudad siria de Azaz, a pocos kilómetros al sur de la frontera turca, los rebeldes parecían haber logrado el control tras fuertes enfrentamientos el pasado mes durante los cuales lograron echar a las fuerzas del Gobierno de la que se ha convertido en una ciudad fantasma.

   El conflicto ha dejado a Azaz en ruinas, asegura un corresponsal de Reuters que visitó el lugar. Se veían vehículos blindados quemados a los lados de la carreteras donde los rebeldes los alcanzaron con lanzagranadas. También se podían observar casquillos esparcidos por todas partes.

   La mayoría de los residentes huyeron durante los últimos combates, en los que los rebeldes se hicieron el domingo con puesto fronterizo con Turquía de Bab al Salam.

   Los combates en Alepo podrían provocar un éxodo a través de la frontera turca, donde algunos refugiados sirios se quejan ya de las malas condiciones de los campamentos, pero además esta semana protagonizaron enfrentamientos con la policía antidisturbios en medio de disputas por la comida.

   Los expertos militares creen que un desbordado Ejército sirio está dando marcha atrás para concentrarse en la lucha contra los insurgentes en Alepo y Damasco, centros importantes para el Gobierno, mientras dejan las zonas periféricas en manos de los rebeldes.

   La revuelta ha entrado en su fase más violenta en los últimos diez días desde que los rebeldes se volcaron masivamente sobre Damasco.

 

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