Un optimista es alguien abierto a lo positivo, incluso en las situaciones más negativas. Alguien que vive en la realidad y que dirige, en lugar de perder un solo minuto de tiempo en lamentos y quejas inútiles, todas sus capacidades y energías en encontrar soluciones prácticas a una crisis, pudiendo adoptar si hace falta las medidas necesarias y eficaces.
Esta concepción del optimismo vital se une al realismo llamado inteligente, por el que se asume que en la vida existe la suerte y la sabiduría, que casi cualquier situación negativa puede, o bien amargarnos y dejarnos frustrados y limitados, o bien podemos sacarle alguna enseñanza que nos beneficie y darle la vuelta a la situación.
Frente a los optimistas, por defecto, siempre se sitúan los seguidores del realismo negativo -o directamente cinismo autodestructivo-, que es muchas veces la coartada de la gente cobarde o acostumbrada a que sean los demás quienes les resuelvan los problemas.
La aproximación a estos conceptos me permite reflexionar sobre lo que en el Partido Popular de Jerez creemos que debe ser, a partir de ahora, el lema que abandere el proceso de recuperación de la ciudad: #jerezconfuturo.
Porque Jerez tiene futuro y estamos convencidos de ello. Es precisamente esa convicción la que nos mueve a seguir trabajando muy duro desde nuestra responsabilidad de gobierno en el Ayuntamiento de Jerez. Con optimismo y realismo, tomando decisiones con determinación para sacar a nuestra ciudad del camino sin salida al que la condujeron las políticas viciadas de políticos inmerecidos de un pasado para olvidar en nuestra ciudad.
Hacer un diagnóstico real de la verdadera situación de la ciudad e, inmediatamente, buscar remedio al estado de máxima gravedad que daba como resultante, ha centrado el primer año de gobierno del PP. 2012 ha sido un año muy complicado, en el que se han tenido que tomar decisiones muy dolorosas, los ciudadanos han tenido que sufrir situaciones inevitables generadas por la mala gestión y los parcheosde gobiernos anteriores, como las huelgas de la limpieza o autobuses urbanos, mientras que el Plan de Ajuste pone el cinturón al Ayuntamiento jerezano, que con el PP ha dicho adiós a los chanchullos y al despilfarro.
Y es que el Gobierno de María José García-Pelayo es un gobierno fuerte y cohesionado, con una hoja de ruta muy clara, para que Jerez esté preparada para una recuperación económica que ya ha empezado a dar los primeros pasos en lo que, sin duda, supone un camino difícil de transitar. Pero como bien dice el ‘Scientist’ de ColdPlay, “nadie dijo que iba a ser fácil”.
Desde el Partido Popular somos optimistas y queremos lanzar un mensaje de confianza. Los esfuerzos y el sacrificio de todos los jerezanos van dando sus frutos poco a poco. Hemos puesto orden en las cuentas públicas y tenemos muy claro cuál es la senda a seguir para generar empleo y riqueza en la ciudad, para darle futuro a Jerez. En este sentido, hay que destacar que todas las medidas que ha puesto en marcha el Gobierno municipal del PP ya ha devuelto a la ciudad la credibilidad perdida por los irresponsables gobernantes de anteriores etapas. Jerez empieza a generar confianza ante administraciones, y ahí está el apoyo explícito del Ministerio de Hacienda, por ejemplo, así como ante instituciones y empresas que empiezan a confiar en Jerez tras dieciocho meses de gestión.
Pero como para ser optimistas también hay que ser realistas, hay que cautos y prudentes, sabiendo reconocer que aún queda mucho por hacer y que el camino es largo y el número de parados alto, que es el mayor dolor que tiene nuestra ciudad. Es por ello que el PP se compromete a seguir trabajando aún más duro si cabe y a mejorar, porque nuestra única ambición y nuestra única obsesión es Jerez, respondiendo con honestidad a la confianza que nos dieron los jerezanos con su voto.
Jerez confió en el PP y el PP confía en que Jerez tiene futuro. Saldremos adelante.
