El Instituto de Crédito Oficial (ICO) va a ofrecer al Ayuntamiento de Jerez la posibilidad de solicitar un préstamo por importe aproximado de 34 millones de euros para hacer frente a pagos pendientes con sus proveedores. Se trata de una segunda fase del plan que hace justamente un año permitió que el Consistorio saldara deudas por valor de 328 millones de euros a cambio, eso sí, de comprometerse a devolver ese dinero en un plazo de diez años previo abono de un interés próximo al 6 por ciento.
La cantidad fue ofrecida ayer en rueda de prensa por el subdelegado del Gobierno, Javier de Torre, que presidió en Jerez una reunión con los responsables provinciales de los servicios integrados de la Administración General del Estado.
El encuentro sirvió, entre otras cosas, para poner en contacto a los técnicos del Ayuntamiento y Hacienda para, en estos próximos días, determinar qué pagos pendientes pueden acogerse a esta nueva línea de crédito.
De Torre se mostró por otra parte convencido de que el hecho de que el Consistorio solicite este crédito no implicará la adopción de medidas de ajuste de carácter extraordinario, tal y como ocurrió el año pasado.
De hecho, el propio subdelegado expresó su convencimiento de que las medidas “más importantes” se tomaron precisamente con la solicitud de ese primer crédito, de modo que este nuevo préstamo no debe implicar en principio “más esfuerzos” para el Consistorio ni le supondrá “un excesivo esfuerzo”.
Por el contrario, De Torre defendió un crédito cuyo coste financiero “es casi cuatro puntos inferior al del mercado externo” y que destaca por la “rapidez” con la que se hacen efectivos los pagos a proveedores.
El primer ICO salvó del cierre al 38% de empresas
La alcaldesa, María José García-Pelayo, defendió la utilidad de la primera línea de crédito abierta por el ICO para los ayuntamientos. En el caso concreto de Jerez, y según la información trasladada en su momento por las organizaciones empresariales, la medida evitó el cierre del 38 por ciento de las sociedades beneficiarias de esos pagos, que sin el abono de aquellas facturas pendientes de pago no habrían tenido otra salida que la disolución.
En esta misma línea, Javier de Torre recordó que el 95 por ciento de los proveedores que cobraron gracias a esa línea de crédito eran autónomos o pymes, de manera que se logró salvar “a una parte importante del tejido productivo”. “En esa misma línea se encuentra esta nueva fase que iniciamos ahora”, dijo.