La semana en el Estrecho de Gibraltar, desde el pasado sábado, ha sido bastante trágica, con hasta cuatro pateras, que han dado un saldo demoledor: tres muertos (uno de ellos un marinero del ‘Bissat’ que saltó a rescatar a los náufragos) y siete desaparecidos, lo que ha devuelto a primera página la tragedia de la inmigración.
Ni la situación de crisis económica que vivimos ni la adopción de medidas de controles de fronteras no está aminorando ni parece que vaya a aminorar la llegada de inmigración, dado que la situación de la que vienen es peor, es insostenible, y tienen la salida de la emigración como única opción. “En su caso la emigración no es un derecho sino una obligación” cuenta Jesús Mancilla, presidente de Algeciras Acoge.
Además, desde las Asociaciones Pro Derechos Humanos, se ha denunciado la situación de represión de Marruecos ante la población subsahariana, especialmente en las fronteras de Ceuta y Melilla, así como la frontera con Argelia. “Nos llegan noticias alarmantes de graves vulneraciones de los derechos humanos, de palizas, violaciones o deportaciones al desierto argelino”.
Por tercer año consecutivo han vuelto a aumentar el número de personas muertas o desaparecidas cuando intentaban llegar a España, según los datos del seguimiento de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía. “Hemos pasado de los 138 muertos o desaparecidos en 2010, a 198 en 2011, alcanzando los 225 en 2013. Y se trata tan sólo de los datos que desde la APDHA hemos podido contrastar. No es ocioso el señalar, que aunque sea una coletilla, que la verdad de esta demencial escalada de personas que pierden la vida nunca se sabrá y será con toda seguridad mucho más elevada que los datos que proporcionamos”, apuntó hace unas semanas Matilde Legborne en una conferencia de prensa para presentar los datos de 2012.
Por su parte, Jesús Mancilla (Algeciras Acoge) indicó a este periódico que una de las razones de estos números se encuentra “la posibilidad de poder costearse por sí mismos una pequeña embarcación, principalmente hinchable o de juguete, con lo que se saltan las mafias y les sale más barato”.
“La llegada de inmigrantes es, por desgracia, una constante”, recalcó Mancilla.
Precisamente en el norte de Marruecos también se ha producido un cambio importante, ya que se han duplicado los migrantes que han logrado entrar en Melilla (2.105 el año pasado frente a los 1.039 de 2011) al tiempo que disminuían las entradas a la ciudad de Ceuta (756 en 2012 frente a los 1.258 de 2011).
Estos cambios en Ceuta y Melilla están motivados por diferentes circunstancias. Una de ellas es la proximidad de Melilla a la frontera argelina, donde, según organizaciones marroquíes han sido expulsadas al desierto más de 2.000 personas; otra es la creciente dificultad para circular por Marruecos y, en el caso de Ceuta, el blindaje del paso del Tarajal por parte de Marruecos, que el año pasado contempló a centenares de inmigrantes subsaharianos entrar a nado en Ceuta.
Para interior, baja la inmigración
Según el Ministerio del Interior, durante el año 2012 ha descendido la llegada de inmigrantes irregulares a las costas españolas frente al crecimiento registrado en 2011.
Por medio de embarcaciones, el año pasado entraron en España 3.804 inmigrantes irregulares frente a los 5.441 que lo hicieron en 2011, lo que supone un descenso del 30 por ciento.
La disminución alcanza el 90,3 por ciento respecto a 2006, año en que se registró la llegada masiva de 39.180 inmigrantes irregulares.
El período 2006-2012 registra los mejores resultados de la serie histórica en materia de lucha contra la inmigración irregular en España.
Se invierte la tendencia de 2011 pasando de un aumento del 18 por ciento en 2011 a una reducción del 30 por ciento en 2012.
La presión migratoria desde África continúa y la crisis económica no ha sido un elemento desincentivador de la inmigración irregular hacia España.
El trabajo constante en el que se destaca la excelente labor cotidiana de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y el esfuerzo humano y tecnológico desplegado por el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil, han conseguido estos buenos resultados en materia de inmigración irregular que llegaba a las costas españolas.
A ello hay que sumar, la estrecha cooperación del Ministerio del Interior con los principales países de origen y tránsito de la inmigración irregular: Mauritania, Senegal, Argelia y muy especialmente con Marruecos.
En Ceuta y Melilla también ha descendido en 2012 la entrada de inmigrantes irregulares, que intentaron acceder a las dos ciudades autónomas a nado, ocultos en vehículos o medios de transporte o bien vulnerando el perímetro fronterizo.
En 2012 llegaron a Ceuta y Melilla un total de 2.841 de personas en situación irregular cuando en 2011 lo hicieron 3.343, lo que supone una disminución del 15%.Este descenso es más acentuado respecto a 2001, año en el que entraron 4.969 inmigrantes irregulares. Esta cifra comparada con la registrada en 2012 supone una disminución del 42,8%. En cuanto a repatriaciones de inmigrantes irregulares, el Ministerio del Interior realizó a lo largo del año pasado 26.457 mientras que en 2011 la cifra se situó en 30.792, lo que supone una disminución del 16,38 por ciento. Este descenso obedece al decrecimiento del flujo de llegadas de personas en situación irregular durante 2012.
Víctima
Hadri Younes. Así se llamaba el joven marinero (33 años el 29 de marzo) que perdió la vida por lanzarse a las aguas del Estrecho para salvar a cinco inmigrantes que viajaban en una lancha de juguete. Pero el destino le jugó una mala pasada. Mientras trataba de auxiliar a los subsaharianos cayó al mar desde el ‘Bissat’, el ferry en el que trabajaba, con la mala fortuna que las turbinas y las hélices del transbordador le engulló. Una vez el barco estaba amarrado a puerto, dos buzos del Grupo de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil encontraron sus restos esparcidos por el fuselaje del ferry. Su historia de solidaridad y tragedia se suma que deja mujer e hijo, éste de sólo dos años, que residen en Casablanca, por lo que su familia se enteró casi antes por la prensa de su fallecimiento.
Concentración
Algeciras Acoge, la Asociación Pro Derechos Humanos en el Campo de Gibraltar, Izquierda Unida, el Sindicato Unificado de Policías (SUP), la Confederación General de Trabajadores (CGT), Republicanos Federados, EQUO, Partido Comunista de Andalucía (PCA) y el Frente Cívico ‘Somos Mayoría’ se reunieron ayer en la sede del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) para pedir el cierre del recinto.
Jesús Mayoral, presidente de Algeciras Acoge, ha indicado que su reclamación viene dada porque “se trata de una cárcel, algo que va contra la ley que lo primero que dice es que estas instalaciones no deben tener carácter penitenciario y la realidad es que se trata de habitaciones que son celdas”.
Indicó que “además está en malas condiciones. Por eso se cerró en su día, porque está en ruinas y las remodelaciones que se han llevado a cabo no tapan las carencias. No cumple los requisitos mínimos en cuanto a servicios sociales. No hay intérpretes y son funcionarios los que cumplen con este trabajo”.
“Pedimos su demolición y está claro que no para construir otro. Además, en Algeciras no necesita un CIE porque además las deportaciones se hacen vía aérea por lo que éste debería estar en un lugar con aeropuerto... aunque estamos en contra de que exista un centro de internamiento porque se priva a estas personas de libertad por nada, no han cometido ningún crimen, sólo querer buscarse una vida mejor”.
Incluso cuenta que “estas personas están encerradas 60 días. Si su país no lo reclama pasado este tiempo quedan en libertad”.
En la concentración de ayer, se leyó un comunicado en el que se record´´o que “el martes de esta misma semana tenía lugar en la Plaza Alta una concentración para protestar por la muerte de cuatro personas por motivo de la emigración, con el lema ‘No más muertes en el Estrecho’.
“Hoy sábado -por ayer-, cuatro días más tarde, nos reunimos aquí, en una nueva concentración, para protestar por la existencia de este CIE, el único de Andalucía”.
La realidad es que han sido “dos concentraciones de protesta y de indignación ante la suerte que les depara el destino a la mayoría de las personas inmigrantes que tratan de llegar a nuestras costas procedentes del continente africano”.
“Y debemos hacernos dos preguntas: La primera ¿Es justo que personas de otros lugares, a las que las estamos negando la posibilidad de venir de forma segura, tengan que arriesgar su vida, y en ocasiones acaben perdiéndola? La segunda ¿Es justo que a las personas que logran llegar- por supuesto sin documentación- las estemos esperando para encerrarlas como delincuentes, en sitios como este?”.
“Desde luego estamos convencidos, de que, desde la óptica de los más elementales derechos de las personas, debemos decir NO”, prosigue la nota.
“Todos formamos parte de este mundo en el que vivimos y las “fronteras” que hemos ido creando nunca pueden servir de excusa para privar de libertad a personas que proceden de otra parte de este mundo, que es el mismo que el nuestro. EMIGRAR NO ES UN DELITO, y, sin embargo, hoy nos hemos inventado cárceles para los inmigrantes”, destacan.
Aseguran que “no queremos ni este CIE, que no reúne las mínimas condiciones de habitabilidad, ni ninguno en esta ciudad. Y que estas instalaciones reviertan en beneficio de la comunidad”.
“Y nos permitimos lanzar una pregunta al alcalde de esta ciudad que, al parecer, está empeñado en que tengamos un CIE: Nos gustaría saber por que se obsesiona por ofrecer terrenos para la construcción de un nuevo CIE, sabiendo que pasaría a la historia como el único alcalde de Andalucía que deseaba para su ciudad una ‘cárcel’ para personas que no son delincuentes, solo personas que intentan mejorar la calidad de sus vidas”, concluyeron.