Un plan de pagos del Ayuntamiento para empezar a pagar las nóminas atrasadas a la plantilla de Urbanos Amarillos, concesionaria de los autobuses en la ciudad, ha salvado un conato de huelga en plena Semana Santa. Aunque los ánimos entre los trabajadores estaban bastante caldeados tras ver que seguían sin cobrar y sin novedades dos semanas después de ser recibidos por la alcaldesa, finalmente el Gobierno local les ha trasladado un calendario de pagos que empezará a hacerse efectivo en la primera semana de abril. Para esa fecha, serán ya cuatro las nóminas sin abonar desde el pasado mes de diciembre.
Tras conocer el documento y las partidas económicas previstas para el mes de abril, el comité de empresa ha descartado su idea de hacer movilizaciones, extremo que habían empezado a madurar hace justamente una semana en una reunión. “Esta mañana (por ayer) nos hemos reunido de nuevo el comité y tras barajar posibilidades hemos desistido movilizarnos y dar un margen de confianza al equipo municipal”, apunta el secretario del comité, Juan González. De esta manera, como aclara, aunque en lo que queda de mes tampoco se realizará ningún ingreso, las previsiones del Ayuntamiento pasarían por ponerse al día con los 200 conductores de los autobuses urbanos “entre mayo y junio”.
En concreto, según precisa González, una vez que por la prelación de pagos se termine de pagar a la plantilla municipal, que vuelve a sufrir retrasos en el cobro, en la primera semana de abril se abonará la nómina de diciembre, y a partir de ahí, a medida que fueran entrando otras partidas económicas se pagaría enero y el resto de nóminas acumuladas. Desde el comité confían en que el Gobierno municipal cumpla su palabra y la sombra de la huelga por primera vez desde que el servicio fuera secuestrado hace casi un año desaparezca de sus planteamientos.
