Ese crecimiento provino principalmente de las energías renovables, la actividad internacional de Iberdrola y las plusvalías de 552 millones de euros obtenidas por la venta de activos, y estuvo apoyado en los 36.000 millones de euros que la eléctrica invirtió entre 2007 y 2008.
La eléctrica centrará este año su crecimiento en EEUU y Europa y hará inversiones “orgánicas” por unos 4.200 millones de euros.