El Jueves

Séptima versión

Dentro de unos días, entre el 29 de abril y el 3 de mayo, saldremos de dudas… quizás. Son las fechas que se barajan para que el juez Francisco de Asís Molina, que lidia con el caso de Marta del Castillo, cite para ratificar sus últimas declaraciones a Miguel Carcaño.

Dentro de unos días, entre el 29 de abril y el 3 de mayo, saldremos de dudas… quizás. Son las fechas que se barajan para que el juez Francisco de Asís Molina, que lidia con el caso de Marta del Castillo, cite para ratificar sus últimas declaraciones a Miguel Carcaño, que como ustedes saben cumple condena en prisión en la cárcel de Morón de la Frontera, y que cuente la séptima versión de lo que sucedió aquella fatídica tarde-noche en el piso de Leon XIII y la posterior desaparición del cadáver de la joven.

Me temo que tanto la Fiscalía como el Juez no dan mucha credibilidad a esta nueva versión del condenado, en tanto en cuanto están tardando demasiado tiempo en esta nueva comparecencia. El hecho de que el juzgado aún no le haya tomado declaración me lleva a pensar que este nuevo testimonio puede, lamentablemente, pasar a engrosar la lista de mentiras vertidas por Carcaño no solo en los tiempos de la investigación e instrucción sino en la posterior vista que lo condenó.

Una nueva comparecencia en la que culpa ahora a su hermano Javier Delgado, no sólo de la desaparición sino también de la muerte de la joven. Javier Delgadon es ese personaje siniestro del que ninguno nos hemos fiado jamás, mucho menos los familiares del Marta e incluso su abuelo, quien se ha jactado de decir de él que era la “cabeza pensante” de todo este asunto. Sea como fuere, lo cierto es que el tiempo sigue corriendo y no se producen novedades en torno al total esclarecimiento del caso y -lo que es más importante- el hallazgo del cadáver o lo que de él pueda quedar.

Si acaso lo único novedoso se trata de que este nuevo testimonio, de ser falso nuevamente, podría volverse en contra del condenado. Así se ha expresado ya la Justicia, aunque entiendo que tarde, demasiado tarde, pues si todo funcionase de otra forma se podría haber llegado a esclarecer el caso hace ya muchos meses, con el consiguiente ahorro no solo en el dolor de la familia de Marta -algo más que importante- sino en los gastos ocasionados a la Administración Pública por las búsquedas del cuerpo de la joven en el Guadalquivir, en el vertedero y en la localidad de Camas.

Hasta que el cuerpo no aparezca a nada se habrá llegado. Si Carcaño vuelve a mentir, me temo que sería el momento de tomar otras medidas más drásticas contra su persona. Jugar con la Policía y con la Justicia durante tanto tiempo no es de recibo. Y continuar jugando con el dolor de la familia de Marta no es que no sea de recibo, sino que es una canallada.

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