El número de fallecidos tras el paso de un potente tornado por Oklahoma asciende a nueve, incluidos dos niños, según han informado los medios del país.
El Servicio Meteorológico Nacional había advertido poco antes de la llegada de un tornado "extremadamente peligroso" a la localidad de Harvester, ubicada 30 kilómetros al norte de San Luis, que había provocado el cierre del aeropuerto internacional de esta última ciudad.
En respuesta, las autoridades de Misuri solicitaron a la población que buscara refugio. Decenas de personas han quedado atrapadas en varias carreteras que llevan hacia Oklahoma, por lo que se teme que el balance de víctimas aumente en las próximas horas.
Según la cadena ABC, entre los fallecidos figuran una madre y su bebé que probablemente fueron succionados de su vehículo. "Sabemos que la tormenta los atrapó y los arrastró", ha declarado la agente de Policía, Betsy Randolph, a la cadena estadounidense. "Cuando los agentes los encontraron, estaban muertos", ha añadido.
"Sabemos que una madre y su hijo murieron esta noche en la Interestatal 40 en el condado de Canadian", ha señalado Randolph. "No puedo expresar lo extremadamente importante que es que la gente no salga fuera, que se queden en sus casas y busquen refugio (...). No existe ningún lugar seguro en el que estar excepto bajo tierra, cuando aparece un tornado", ha afirmado.
El 20 de mayo, el paso de un tornado por Oklahoma acabó con la vida de 24 personas y arrasó una gran cantidad de viviendas. Hasta 1.200 casas quedaron arrasadas en los 27 kilómetros en los que el tornado fue más intenso, para cuyos habitantes el presidente, Barack Obama, ha prometido ayuda federal.
