Un juez ha archivado el caso de María Isabel Sierra, la joven vecina de Coria del Río (Sevilla) de 22 años de edad cuyo cadáver fue hallado el pasado mes de febrero por unos pescadores flotando en aguas del río Guadalquivir, todo ello después de que la autopsia haya confirmado que se trata de un suicidio y no de una muerta violenta, como se llegó a temer en un principio.
Fuentes judiciales han informado a Europa Press de que el juez de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Coria del Río ha dictado un auto en el que archiva la causa, todo ello después de que tanto la autopsia como el resto de diligencias hayan confirmado que la muerte de la joven fue un suicidio y no una muerte violenta.
Las mismas fuentes consultadas han puesto de manifiesto que el auto ya ha sido notificado tanto a la Fiscalía como a la familia de la joven, cuyo cadáver fue hallado el pasado día 25 de febrero flotando en aguas del río Guadalquivir.
Y es que los forenses del Instituto de Medicina Legal de Sevilla que practicaron la autopsia al cadáver, descartaron en un primer avance remitido al Juzgado que se tratara de una muerta violenta, precisando que falleció "por asfixia por inmersión", por lo que todo apuntaba "aparentemente" a un suicidio.
Una primera inspección ocular practicada tras el rescate del cadáver en aguas del río Guadalquivir ya concluyó que no presentaba "aparentemente" signos externos de violencia, algo que fue ratificado por la autopsia realizada por los especialistas del Instituto de Medicina Legal.
LA DESAPARICIÓN
La joven desapareció en febrero después de desplazarse a pie desde su domicilio, ubicado en Coria del Río, hasta el hogar de su pareja sentimental, que reside en Puebla del Río, a pocos kilómetros de Coria. Fue tras visitar a su novio cuando se le perdió su pista, momento en el que su familia denunció su desaparición e iniciándose una búsqueda en la que participaron Policía Nacional, Policía Local de Coria del Río y efectivos de Protección Civil.
El novio de la fallecida ya relató a Europa Press que, un día antes de la desaparición, mantuvo una conversación con la víctima en la que le comunicó que "cortaba la relación", porque María Isabel "se había metido sin yo saberlo en mi Tuenti y había cogido el teléfono de la única amiga" que tenía en esta red social.
"Tras coger el teléfono, empezó a amenazarla, por lo que decidí dejarla", ha relatado Rafael, quien señaló que, al día siguiente, la fallecida, "que era muy celosa", se dirigió sobre las 16,00 horas a su vivienda de La Puebla "para hablar del asunto". "Estuvimos hablando alrededor de una hora y media, y tras ello se fue, aunque yo la vi rara y muy ausente, como pensando en otras cosas", apostilló.
"YA HABÍA AMENAZADO CON HACER ALGUNA TONTERÍA"
Por este motivo, y según añadió, "le dije que me llamara cuando llegara a casa, e incluso llamé a dos de sus hermanos y les dije que ya iba de vuelta", agregando que "como no me llamaba, llamé a su madre, que me dijo que ya estaban buscándola" porque no había regresado a su domicilio.
Rafael subrayó que la víctima "ya había amenazado antes con hacer alguna tontería, pues no quería que lo dejara con ella", e incluso desveló que "en alguna ocasión se fue sin dejar rastro, pero apareció a las dos horas, no como ahora".
Asimismo, puso de manifiesto que María Isabel "había estado tomando tranquilizantes, porque tenía problemas psicológicos", aunque "hacía ya tiempo que había dejado el tratamiento".
