Curioso Empedernido

Del dicho al hecho

Es como marear la perdiz pero aparentando una integridad de la que se carece, y practicando un populismo que en su afán verborreico nos deja entre pasmados y ausentes

No me gusta abusar de las frases hechas ni recurrir a los refranes, caer en lo tópico para demostrar lo típico, pero en los tiempos que corren en los que la ciudadanía encuesta tras encuesta manifiestan una gran desconfianza hacia lo que dicen y lo que hacen nuestros políticos, esta expresión nos viene como anillo al dedo ya que nos denuncia la distancia existente entre lo que nos prometen nuestros representantes y gobernantes y lo que cumplen, lo que lleva al personal a situarse en un estado de desconfianza.

Sin ir más lejos, el mejor ejemplo que ahora sufrimos todos los días los españoles de que una cosa es predicar y otra dar trigo, es el gobierno del PP, que además de incumplir todas y cada una de sus promesas electorales, tras más de año y medio de estar al frente de los destinos de España, cada día nos sorprende con algo nuevo y desagradable, que suele tener un denominador común los ricos vivirán mejor y los pobres serán más y estarán en peores condiciones.

Quienes nos dedicamos  al difícil arte y oficio de informar u opinar en un mundo en el que el poder económico y su subordinado el político, tienden a controlarlo todo y a establecer por la vía de la globalización el pensamiento único , comprobamos con estupor y pena que nadie contesta a las preguntas de los periodistas y cuando no aparecen a través de un plasma , constatamos que las respuestas se mueven entre el “no me consta” o en el mejor de los casos” dejemos hablar a los tribunales” o “abriremos una investigación y caiga quien caiga”.

Es como marear la perdiz pero aparentando una integridad de la que se carece, y practicando un populismo que en su afán verborreico nos deja entre pasmados y ausentes, y que nos hace reivindicar vacunas contra los lideres y caudillos que hablan sin parar y sin colocar cual es el coste de sus palabras.

La desconfianza de la ciudadanía hacía sus políticos derivada de la falta de credibilidad y confianza, no es consecuencia de los errores sino fundamentalmente de las mentiras y del alejamiento de la realidad, dando la impresión de que nuestros hombres y mujeres que están al frente de las instituciones hicieran mucho tiempo que no pisan la calle y hablan con la gente.

Como si vivieran en Marte, y no hablaran con quienes  están en paro y en sus casas no entra un euro, con el estudiante que se tras prepararse concienzudamente se tiene que marchar al extranjero, aunque la señora ministra de Empleo  diga que eso es” movilidad exterior” y el señor Fernández Pons que si es dentro de la Unión Europea es como estar en casa, con la familia del dependiente que  le han rebajado o le han quitado la ayuda.              

Muchas ocasiones, nos hacen dudar si es que en su afán de no estresarse, han cerrado la puerta de la calle, y ellos y ellas, en las distintas Cámaras se dedican hablar de sus cosas, pelearse para conseguir colar titulares y en el mejor de los casos aprobar leyes que después no se cumplen.

Cuando un grupo de sesudos expertos estudian y proponen soluciones para mantener la estabilidad del Sistema de pensiones, siempre sobre la base de que quienes han estado trabajando toda su vida pierdan poder adquisitivo y asuman que si viven más, ganarán menos, o no querrán encima gozar de todas las ventajas de una sociedad del Bienestar si ya no son productivos.

Este camino insaciable entre el cinismo y la crueldad es lo que nos espera de la mano del neoliberalismo que nos dejará sin deudas, sin déficit, sin Estado y si no reaccionamos sin dignidad. Nos lo jugamos todo, no podemos permitirlo.
                    

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