Chiclana

Intervenidos más de 500 kilos de alimentos caducados en la Feria

El Seprona realizó un centenar de inspecciones en salud pública y seguridad alimentaria, tramitando 21 actas por infracción administrativa.

Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai

La Guardia Civil, durante un operativo especial en la pasada feria de Chiclana en el que se han realizado más de un centenar de inspecciones en materia de salud pública y seguridad alimentaria, ha tramitado 21 actas por infracción administrativa a distintas normativas sanitarias, ha impedido la comercialización de 526 de kilos de carnes, pescados y otros alimentos caducados, carentes de etiquetado que acreditara su procedencia o con manifiestas deficiencias en materia higiénico sanitarias.

Las actuaciones de los guardias civiles del Servicio de Protección de la Naturaleza de Chiclana de la Frontera (Seprona) se iniciaron en los días previos al inicio de la Feria de San Antonio, ya que el año anterior se inmovilizó una "gran cantidad" de carnes y derivados con fecha de caducidad cumplida, y algunas de dudosa procedencia.

Tras diversas inspecciones en el interior de las cocinas, así como en las neveras, arcones y recipientes donde se almacenaban los distintos productos alimentarios, para comprobar las condiciones higiénico-sanitarias de los mismos, detectaron "numerosas deficiencias" en materia de seguridad alimentaria, como caducidad de los alimentos que se pretendían servir a los asistentes al recinto ferial, productos cárnicos mezclados con restos de otros alimentos y en contacto directo con otros objetos, "sin protección alguna", y "deficiencia de limpieza" donde se depositaban.

Los agentes continuaron con las inspecciones detectando "graves deficiencias" en materia de higiene, y la falta de trazabilidad de los alimentos; sobre todo en uno de los semiremolques que se dedican a la  elaboración de comida rápida y en los transportes que abastecían a éstos y al resto de casetas del recinto ferial.

El operativo culminó con la inspección y control de unas seis toneladas de carnes y derivados y unas dos toneladas de pescados, permitiendo la retirada de la circulación 526 kilogramos de alimentos que de ser consumidos por los usuarios "hubieran derivado en posibles intoxicaciones".

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN