La localidad de Rota no parece ser un buen ejemplo a la hora de proteger el litoral. Así se deduce del informe ‘Destrucción a toda Costa 2013’ realizado por Greenpeace y en el que Rota se encuentra entre los cinco municipios andaluces más agresivos con la costa y que mayor número de edificaciones tiene cerca de la franja litoral. Un listado que en Andalucía lidera la localidad de Chiclana de la Frontera y en el que también se encuentra el gaditano municipio de San Roque.
Según el citado informe de Greenpeace, Rota presenta una elevada ocupación de la franja de los primeros 500 metros de litoral. En este sentido, ‘Destrucción a toda Costa 2013’ revela que más de un sesenta por ciento de la costa roteña ya está urbanizada con un total de 472 hectáreas ya artificiales y un incremento importante (1%) de la superficie artificial que, de seguir las tendenciales, llegará a un 90 por ciento de ocupación en el año 2030.
Por otra parte, Rota sigue sin salir bien parada de este informe que también explica que, aunque en el municipio roteño existe una parte de costa sin destruir, otra importante parte de la localidad se encuentra con edificaciones en primera línea de playa, lo que supone una “presión constante". A todo ello se une la presencia de la Base Naval con importantes infraestructuras que “además deterioran el territorio”.
Andalucía es la comunidad con mayor superficie artificial en términos absolutos en la costa. Y por provincias, Málaga con un porcentaje de superficie ocupada respecto a la existente en la franja de 500 metros de un 66,8 por ciento es la región de España con menos suelo natural. Le siguen Cádiz con un 39,4 por ciento, Granada (24,3 por ciento), Almería (22,1 por ciento) y Huelva (16 por ciento).
Con todo ello, esta construcción excesiva en primera línea de playa incrementa, según Greenpeace, “el peligro por efecto del cambio climático de manera exponencial”. Así, entre los riesgos más preocupantes se resalta el aumento de la exposición de los municipios costeros a torrentes e inundaciones ya que, si no se conserva el estado natural de los primeros 500 metros, estos mismos ya no pueden actuar como barrera de contención.