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Muniaín da los tres puntos a un Athletic que mostró mayor empaque

Con nuevos entrenadores en sus banquillos (Juan Ignacio Martínez y Ernesto Valverde), Real Valladolid y Athletic Club se presentaban en su primer partido de Liga con dos bajas

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El Athletic Club de Bilbao se ha llevado los tres puntos de su visita a Zorrilla (1-2) gracias a un gol de Iker Muniaín al inicio del segundo tiempo y al mayor empaque y precisión que evidenció ante un Real Valladolid demasiado revolucionado durante todo el partido.

Con nuevos entrenadores en sus banquillos (Juan Ignacio Martínez y Ernesto Valverde), Real Valladolid y Athletic Club se presentaban en su primer partido de Liga con dos bajas por cada uno de ellos. Daniel Larsson y Víctor Pérez, por parte del Valladolid, y Aduriz y San José, por parte del Athletic Club.

Ambos equipos apostaron por un 4-2-3-1 en su inicio, aunque la presión bilbaína era mucho más insistente y angustiosa para un Real Valladolid que esperaba en el medio del campo e intentaba jugar el balón por el piso. Lo conseguía pero arriesgando en demasía ante un Athletic Club que, con el balón en sus botas, también se movía con viveza.

De este modo, Kike Sola primero, y después Óscar, probaron fortuna con sendos disparos que no encontraron el arco antes de cumplirse los diez primeros minutos de partido, en los que ninguno de los dos equipos consiguió hacerse con el dominio del cuero.

No había pausa ni precisión. Ambos intentaban alcanzar las inmediaciones del área contraria con transiciones alborotadas en las que el Athletic Club, movido al ritmo que marcaba Beñat, empezaba a la llevar la voz cantante.

Precisamente, Beñat se inventó una gran asistencia para Susaeta después de que el Athletic botase un córner en corto. El exjugador del Betis cedió de tacón al extremo derecho vasco quien, dentro del área, cruzó el esférico al fondo de las mallas para establecer el 0-1 (minuto 28).

Pero el Real Valladolid no tardó en responder y, después de una buena pared con Javi Guerra, Óscar se adentró en el área y asistió hacia atrás para Ebert, quien, de primeras, fusiló a Iraizoz y devolvió las tablas al electrónico (minuto 31). Resultado que no se movería antes del descanso aunque era el Athletic el que atacaba con mayor profusión y continuidad.

Tras el tiempo de asueto, el Athletic Club de Bilbao se mostró más impetuoso, lo que se tradujo en su segundo tanto a los cinco minutos de que se produjese la reanudación. Iraola, demasiado solo, centró al corazón del área y el defensa del Valladolid Marc Valiente remató hacia su propia portería, aunque el balón golpeó en el palo. El rechace lo recogió Muniaín, quien remachó a placer (1-2).

Entonces el Real Valladolid se estiró en pos de la igualada y empezó a encerrar al Athletic Club, encomendado a cazar algún contragolpe a medida que el conjunto vallisoletano subía su línea de presión y revolucionaba cada vez más su juego.

Acechaba los dominios de Iraizoz pero con nimia profundidad ante un Athletic Club que taponaba bien cualquier conato de filtración entre líneas y que pudo haber aumentado su renta con un disparo de Ander Herrera que rozó la cruceta y tras caracolear dentro del área.

Oportunidad rojiblanca que llegó en plena vorágine ofensiva del Real Valladolid, equipo que no fue lo suficientemente certero como para concretar sus deshilachadas llegadas y conseguir, finalmente, rescatar un punto al término de su primer partido de Liga.

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