El Celta de Vigo superó con nota su primera final de la temporada al conseguir frente al Almería (3-1) su primer triunfo del curso en Balaídos, que le aleja de un rival directo en la lucha por eludir el descenso de categoría.
Luis Enrique revolucionó su once para afrontar el primer examen del año. Y la apuesta le salió redonda. Rescató del ostracismo a Orellana, quien en apenas cuatro meses ha pasado de transferible a titular, y el chileno se reivindicó.
Participó en casi todas las acciones de peligro de su equipo y fue el encargado de acabar con la sequía goleadora de los suyos en Balaídos, donde llevaban 537 minutos sin ver puerta.
El Celta llegaba necesitado al duelo y el tempranero tanto de Suso, a los nueve minutos de juego, todavía aumentó más sus urgencias. Pero se encontró con un rival débil, muy limitado por las bajas de Rodri y Pellerano, y eso lo empujó hacia la victoria.
El Almería dejó una pobre imagen en Vigo. Nada más marcar, se echó atrás y cedió el mando del juego al Celta, un equipo que disfruta atacando y sufre defendiendo. Fue un monumental error de los futbolistas de Francisco Rodríguez, porque su falta de ambición le impidió sumar algún punto en Balaídos.
Las mejores ocasiones las tuvieron los locales, sobre todo el brasileño Charles, quien después de fallar varias en el primer acto se reencontró con el gol ante el equipo con el que el pasado curso lograra el trofeo de máximo goleador de la liga Adelante.
Cierto es que el Almería también pudo marcharse al descanso mandando en el marcador, pero sería injusto. En el minuto 39, Nelson sacó a relucir la debilidad de la defensa celeste pero Óscar Díaz no logró rematar un balón que se paseó por delante de Yoel, quien un minuto después salvó a su equipo tras un gran cabezazo de Soriano.
En el arranque del segundo tiempo, el conjunto de Luis Enrique, que había rozado el gol con un testarazo de Charles que repeló el larguero en el último minuto del primer acto, se encontró con un gol de Borja Oubiña, que Aleix pudo neutralizar poco después tras un rápido contraataque que cogió descolocada a la zaga local.
Perdonó el Almería y lo pagó, pues dos minutos después Charles, el delantero que la pasada temporada lo condujo a Primera, rompió su desencuentro con el gol para matar un partido que pudo acabar en goleada si los locales tuvieran mayor acierto.
