El Málaga tiró de oficio este viernes para sacar los tres puntos del Martínez Valero gracias a un gol de Camacho a los seis minutos de juego, suficiente para doblegar a un Elche que encaja su tercera derrota consecutiva y para despedir el año con la primera victoria lejos de La Rosaleda.
Un año mágico para los de Fran Escribá se quedó sin un buen cierre. El conjunto ilicitano no pudo despedir el año del ascenso con una buena actuación ante su público. Los locales encajaron un gol a las primeras de cambio que trastocó sus planes. Después, en la segunda mitad, la expulsión de Damián puso las cosas difíciles ante un Málaga también necesitado y que no dejó escapar la ocasión de irse de vacaciones con una buena noticia.
Después de ser ambos equipos apartados de la Copa del Rey, inauguraban la decimoséptima jornada de la Liga BBVA con necesidades. El conjunto malaguista se llevó el premio para asentarse en la mitad de la tabla y sumar por primera vez dos victorias consecutivas, además de la primera a domicilio. Los de Bernd Schuster se encontraron con un Elche amable, como últimamente. A partir de ahí, el oficio de jugadores como Duda hizo el resto y solo la falta de sentencia visitante mantuvo la esperanza local en los últimos instantes.
El extremo izquierdo del Málaga se sacó una falta de la nada a los seis minutos y se la puso a Camacho en la cabeza para que los andaluces se pusieran por delante (1-0). Al Elche le costó reaccionar, las llegadas no llegaron hasta los últimos instantes de la primera mitad pero se encontraron con Willy, y el Málaga se dedicó a achicar. Tras el paso por vestuarios, el Elche siguió sin encontrar el camino y los malagueños mejoraron con la entrada de Samu.
Entonces llegó la expulsión de Damián, por una entrada a destiempo cuando ya tenía una amarilla. El partido para olvidar del zaguero ilicitano, ya que fue él también el que picó con Duda en la falta del primer gol, condenó a los suyos. El Elche no se rindió pero el Málaga perdonó con buenas ocasiones. La incertidumbre mantuvo en vilo a la afición ilicitana, pero no pudo llevarse una alegría final que no empaña un año triunfal que, en cuanto a Primera, vive de un buen comienzo.
