Nada que ver la derrota sufrida el pasado sábado en Málaga que la que hizo saltar las alarmas hace una semana ante el Levante. La de la Rosaleda no fue fruto de la mala fortuna, más bien se debió a otros factores que en el fútbol o se controlan o terminas acostumbrándote a perder. Y todo parte de una premisa vital, la intensidad. Luego influyen las decisiones del técnico o la actitud de algunos futbolistas, como Alberto Moreno, con la mente puesta en otros lares. Pero sino corres lo habitual en este deporte es caer derrotado.
Así, los de Unai Emery sumaron este fin de semana su cuarta jornada consecutiva sin conocer la victoria. O lo que es lo mismo, sumando un dos de doce en los últimos puntos disputados. Escasa cosecha para un equipo que ha marcado entre sus objetivos entrar nuevamente en Europa, más aún cuando los de arriba apenas pinchan.
Pero esta racha de resultados negativos va aún más allá. Si bien el inicio liguero fue un verdadero desastre llevándose el equipo hasta seis encuentros sin saborear un triunfo, en el arranque de esta segunda vuelta no es para menos, pues suma un punto menos que los logrados tras las tres primeras jornadas de la competición. Entonces, cayó derrotado en la primera jornada frente al Atlético de Madrid y empató ante Levante y Málaga. Ahora, el punto lo sacó del feudo más insospechado, el Calderón, y las derrotas llegaron en los duelos menos inesperados.
Además, caer en la Rosaleda ha propiciado el fin de una racha inmaculada a domicilio. Tres meses hacía que el Sevilla no perdía lejos de Nervión. No lo hacía desde el pasado 30 de octubre en el Santiago Bernabéu y venía acumulando cinco partidos invicto (tres triunfos y dos empates).
Por lo tanto, la derrota en la Costa del Sol trae al seno del club una dosis de realismo y pone en entredicho las opciones reales de los nervionenses en esta Liga. Ahora, con el Barça y el Valencia en el horizonte, los rojiblancos tienen una doble misión. Primero, la de reconducir la nave sevillista por el camino de los puntos. Y segundo, cerrar otra vez la portería tras encajar seis goles en sólo dos encuentros.
Beto encaja 1,6 goles por cada partido
La portería no deja de ser un problema para el Sevilla. Ha encajado hasta seis tantos en los dos últimos partidos y por números es unos de los flancos más débiles del equipo de Emery. El meta titular, Beto, ha cumplido ya un año en la capital andaluza y desde su llegada acumula cifras preocupantes. Y es que el luso sale a 1,6 tantos encajados por partido. Demasiados.
El acta recoge hasta dos petardazos
El colegiado del encuentro González González recogió en su acta hasta dos incidentes que tuvieron lugar durante el choque. El primero, el enfrentamiento entre entrenadores casi al final del partido. No obstante, el árbitro señaló el mal proceder del técnico Bernd Schuster. Por otra parte, recogió el estruendo de dos petardos lanzados en la grada sevillista. La Comisión Antiviolencia determinará.
Alba y Mascherano no viajarán a Sevilla
Toca pensar en el próximo partido, el que enfrentarán a los nervionenses en casa, nada más y nada menos, que al Barcelona. Un duelo que se perderá Coke tras recibir la quinta cartulina amarilla. Pero no será la única baja. Por parte culé, los defensores Jordi Alba y Javier Mascherano tampoco estarán en el Pizjuán el próximo domingo al tener que cumplir sanciones.
Cala rescindió y se marchó al Cardiff
El jugador Juan Cala rescindía su contrato este pasado fin de semana con el Sevilla, con el que tenía vinculación hasta el 30 de junio, para fichar por el Cardiff City de la Liga inglesa. El lebrijano ya anunció en unas declaraciones a finales de la pasada semana que no renovaría con el club nervionense y ello ha propiciado dicha rescisión. Ahora, en tierras inglesas se reencontrará con Gary Medel.