En el suceso, ocurrido en la municipalidad de La’gyab –aunque en un primer momento Xinhua informó de que se trataba de la localidad cercana de Gyala– tomaron parte habitantes de la zona y más de un centenar de monjes tibetanos del monasterio lama de la ciudad.
Los manifestantes asaltaron la comisaría de Policía de La’gyab, perteneciente a la prefectura de mayoría tibetana de Golog, arrasaron el edificio y causaron heridas leves al personal que estaba en el interior.
Un total de 95 personas, de las que seis fueron detenidas y el resto se rindió, pasaron a disposición judicial y son interrogadas.
La manifestación que terminó con el asalto a la comisaria se inició hacia las 17 horas del sábado (9.00 GMT) y se alargó hasta la mañana de ayer, cuando la multitud se dispersó.
Xinhua confirmó que el incidente empezó después de la desaparición de un hombre acusado de “actividades ilegales” y de apoyo al separatismo tibetano.
Según comunicó Ju Kezhong, oficial de Policía de la prefectura de Golog, el orden se ha restablecido en la zona y las fuerzas de seguridad buscan a varios de los autores del ataque, que escaparon.
Según Xinhua, el desaparecido se esfumó tras pedir ir al baño después de varias horas de detención, aunque la agencia cita a un testigo que vio cómo el hombre se lanzaba al río Amarillo, que cruza la ciudad, después de escapar de la Policía.
El incidente sucede sólo unos días después de que se cumpla un año de los disturbios ocurridos en Lhasa el pasado 14 de marzo entre monjes tibetanos y las autoridades chinas, que dejó un número no contrastado de fallecidos.
Por esta razón y por el 50 aniversario de la fallida revolución tibetana contra su ocupación por China, el Gobierno de ese país ha desplegado un gran operativo de seguridad en la región montañosa y las provincias aledañas, entre ellas Qinghai.