La Policía Nacional detuvo en la madrugada del pasado día 26 de marzo, tras una persecución en coche, al preso que se fugó el pasado 18 de diciembre de la cárcel de Sevilla-I, cuando aprovechó una salida programada junto con otros reos y funcionarios para huir después de pedir permiso para ir al cuarto de baño.
Fuentes policiales han informado a Europa Press de que fue a las 1,00 horas del pasado miércoles cuando un patrullero de la Policía Nacional que se encontraba en Pino Montano observó en la calle Camino de los Toros a un vehículo que circulaba a una velocidad "excesiva" y que incluso invadía la mediana de la carretera.
Los agentes emplearon los medios acústicos y luminosos de los que disponen a fin de que se parara, no obstante lo cual el vehículo emprendió la huida, continuando la persecución hasta la carretera de La Rinconada-Alcalá del Río.
Después de que el vehículo en el que viajaba el fugado junto a una mujer embistiera en varias ocasiones al coche de los agentes, el vehículo de los primeros se quedó cruzado en la carretera, aprovechando ese momento los agentes para cerrarles el paso.
Tras ello, el conductor se bajó del vehículo y amenazó a los policías con una navaja "de más de 20 centímetros" de hoja, momento en el que los agentes redujeron tanto al fugado como a su acompañante y los trasladaron a dependencias policiales, donde pudieron comprobar que, sobre el conductor del coche, pesaban dos órdenes de busca y captura por su fuga de Sevilla-I en diciembre.
LA FUGA
Los hechos tuvieron lugar en diciembre de 2013, cuando el fugado, que cumplía una condena de tres años y medio de cárcel por tráfico de drogas, salió de la prisión de Sevilla-I en una salida programada junto a otros tres presos y funcionarios, entre ellos una psicóloga y el monitor deportivo.
Cuando los miembros de esta salida se encontraban almorzando en la zona de Los Alcores, concretamente en El Viso del Alcor, el preso, cuya condena finalizaba en 2015, pidió permiso para ir al cuarto de baño, lo que le fue concedido, circunstancia que aprovechó para salir huyendo, quebrantando con ello su condena.