El grupo de teatro de la asociación de Familiares, Allegados y Personas con Enfermedad Mental – FAEM, Telón Rojo Inestable, ha pasado la primera fase de selección de proyectos que la Fundación de Telefónica ha convocado a nivel nacional, dotado con una cuantía de entre 3.000 y 5.000 euros. De todos los proyectos presentados, han pasado al proceso final 200, y de ellos serán seleccionados definitivamente 18. En esta segunda fase se valoran los votos conseguidos a través del enlace http://www.lanzanos.com/.../el-teatro-de-la-terapia/galeria/; al que se puede acceder desde facebook.com/semosfaem. El plazo para recabar votos finaliza este 14 de mayo.
La función de Telón Rojo Inestable, dirigido actualmente por Sergio Torrecillas e integrado por 12 componentes, es el teatro de la terapia, enfocado a la recuperación de las personas con enfermedad mental. Así, se da a conocer a este colectivo y se potencian sus cualidades, fundamentalmente en cuanto a autoestima y habilidades sociales. No cabe duda de que la expresión de las emociones es primordial en la mejora de los trastornos psicológicos.
El grupo de teatro de FAEM inició su andadura en 2010 con Gari León como director, seguido por Andrés Pablo Medina, y va ya por su tercera etapa, con un montaje compuesto por cuatro obras, dos del dramaturgo bilbaíno Carlos Etxeba, y las otras del autor Jose León, miembro de la asociación. En el Día Mundial de la Salud Mental de 2012, escenificó con camisas de fuerza y narices de payaso en la plaza de la Catedral de Cádiz, nada menos, la obra ‘Libertad de pensamiento 1.0’, premiada en el XIII Certamen de Teatro Mínimo de la asociación Taetro. También se representó ‘El núcleo’ en las V Jornadas de Sensibilización sobre la Enfermedad Mental, organizadas por la Diputación de Cádiz. Ambas describen un episodio psicótico (en el que no existe ningún atisbo de agresividad).
En el grupo están por un lado los defensores de las obras desenfadadas y el humor fácil, una forma muy directa de llegar al público; y por otro los que buscan un teatro más comprometido y que incida en la salud mental, en cómo nos percibe la sociedad y cómo se vive desde dentro un trastorno psíquico, produciendo así una experiencia de catarsis, sin llegar al psicodrama.