Así lo aseguró ayer Corral en la presentación en Zaragoza de la obra, en la que Francisco de Faria, tras sus aventuras en "Trafalgar" e "¡Independencia!, tiene la oportunidad de vivir de primera mano los enconados debates que darán lugar a la Constitución de Cádiz y la batalla de Arapiles, antes de adentrarse en territorio francés en busca de una nueva lucha por la libertad, desengañado por las consecuencias de la guerra y de la actitud de Fernando VII, "El Rey felón".
"Lo que ocurrió con la llegada de este personaje es un desánimo general", apenas paliado por "pequeños estallidos de luz, de ansias de libertad", ha dicho el escritor aragonés (Daroca, 1957), del trienio liberal de 1820 a 1823 y el aldabonazo que supuso al Constitución de Cádiz de 1812, que a su juicio está "demasiado mitificada" y es "muy contradictoria" porque mezcla "como el agua y el aceite" lo liberal y lo conservador.
Francisco de Faria, un personaje "entrañable" que comienza sus aventuras con 19 años en "Trafalgar" y acaba rondando los 30 con "El rey felón", es testigo de años fundamentales de la historia de España, decisivos en el devenir de los siglos XIX y XX, y en cierto modo es "un remedo de lo que pudo ser España y no fue" y se va convenciendo, conforme vive la política real, de que el país merecía otro tipo de políticos, de presente y de futuro.
Aunque no le gusta hacer "historia ficción" y nunca se sabrá qué habría pasado si hubiera ganado la guerra Napoleón y se hubiera instaurado en España una república al estilo de Francia, lo que sí se sabe es que por el triunfo de la monarquía de los Borbones, en la figura de Fernando VII, España entró en decadencia, en una "etapa negra" que a su juicio no culminó hasta la Constitución de 1978.