La Guardia Civil, en colaboración con Agentes de Medio Ambiente y personal dependiente del Espacio Natural Protegido de Sierra Nevada, ha concluido la operación Toril Capra desarticulando un grupo organizado muy activo que se dedicaba a la caza furtiva en las provincias de Granada y Jaén, y poniendo a disposición judicial a siete personas de entre veinticuatro y treinta y cuatro años de edad. De estas siete personas, dos hombres y una mujer han sido detenidos; mientras que los otros cuatro han sido imputados no detenidos. Cuatro son vecinos de la localidad de Frailes y los otros tres de los municipios granadinos de Padul y Gójar. A los tres detenidos además se les ha imputado el presunto delito de pertenencia a grupo criminal; y a uno de ellos, al cabecilla de grupo, también se le ha imputado el delito de tenencia ilícita de armas, ya que carece de licencia para poder poseer armas de ningún tipo y, sin embargo, la Guardia Civil le ha intervenido en su domicilio dos rifles, una escopeta de caza y un silenciador para uno de los rifles.
En esta operación se han realizado seis registros domiciliarios en Frailes en los que la Guardia Civil ha intervenido seis escopetas de caza, dos rifles, un silenciador, dos miras telescópicas, un visor nocturno, una cámara de vigilancia y visión nocturna, varios cuchillos de monte, un
trípode estabilizador para rifle, linternas, munición de varios calibres para las armas intervenidas, dos cuernos de cabra montés, un trofeo de caza de cabra montés y documentación.
El Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil de Granada lleva trabajando en esta operación desde el pasado mes de marzo y hasta el momento ha constatado que los detenidos son presuntos responsables de dos delitos contra la fauna por caza furtiva. Uno ocurrido durante la madrugada del 27 de marzo de este año en el término municipal de Dílar (Granada) y el otro el pasado día 6 de mayo en Valdepeñas (Jaén).
La Guardia Civil también ha averiguado que para la comisión de estos delitos los detenidos se hacen acompañar de ojeadores de la zona que les indican dónde se encuentran las piezas que pretenden abatir. La operación se gestó cuando el pasado día 27 de marzo el Coordinador
de los Agentes de Medio Ambiente del Espacio Natural Protegido de Sierra Nevada alertó al Seprona de la Comandancia de Granada que en la Estación de Referencia de la Cabra Montés de Dílar habían matado durante la madrugada tres machos de cabra montés, valorados en más de
sesenta mil euros. En la inspección ocular los agentes del Seprona, acompañados por miembros del Equipo de Gestión de Ungulados del Parque Nacional de Sierra Nevada, dependiente de la Agencia de Medio Ambiente y Agua de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio,
comprobaron que los tres animales habían muerto por arma de fuego; y que a dos de ellos les faltaba la cabeza, mientras que al tercero no llegaron a localizarlo tras dispararle y por tanto no pudieron cobrarse el trofeo.
La Guardia Civil y los Agentes de Medio Ambiente recopilaron información sobre los vehículos que durante esos días accedieron a las inmediaciones de la Estación de Referencia en Sierra Nevada. Las indagaciones realizadas en distintos ámbitos permitieron a los agentes centrarse en un
vehículo que fue visto por la zona. Los agentes de Seprona han averiguado que en la muerte de las tres cabras supuestamente participaron los dos cabecillas detenidos y la mujer de uno de ellos, también detenida. La mujer se encargó de vigilar mientras los otros dos disparaban a las cabras y les cortaban las cabezas a los animales.
La operación ha sido coordinada por el Equipo de Protección de la Naturaleza de la Comandancia de Granada, con el apoyo del Destacamento del Seprona de Sierra Nevada y del Seprona de la
Comandancia de Jaén.