Jerez

El sector del vino “hará fuerza” contra la futura ley del alcohol

En el Consejo Regulador consideran “infumable” y “paradójico” el borrador de un anteproyecto de ley que equipara el vino y la cerveza al resto de bebidas del mercado

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Hoy por hoy sólo es un borrador de un anteproyecto de ley, pero las organizaciones agrarias e instituciones como el Consejo Regulador -en la tónica de lo que está ocurriendo en muchas regiones del país donde el vino tiene un especial arraigo económico y cultural - ya han avisado de que “no hay por donde cogerlo”. Se refieren al primer esbozo que ha planteado el Ministerio de Sanidad de la futura Ley de Prevención del Consumo de Bebidas Alcohólicas por Menores y sus Efectos. Teniendo en cuenta que el documento inicial de trabajo equipara al vino o la cerveza  al resto de bebidas alcohólicas de más de 1,2 grados de alcohol, lo que supone en la práctica someter a ambos a las mismas restricciones en publicidad y etiquetado que tiene la ginebra o el whisky, las reacciones no se han hecho esperar.
La riqueza vitivinícola de la comarca de Jerez hace que esta ciudad, que actualmente ostenta la capitalidad europea del vino, tenga unas connotaciones especiales frente al resto, lo que explica que desde el Consejo Regulador ya hayan anunciado su intención de “sumar fuerzas con otras entidades y otros consejos reguladores” para “intentar hacer entrar en razón en los despachos” al Ministerio de Sanidad “ofreciendo colaboración” para aquellas medidas “que tengan sentido”.  En estos términos se ha pronunciado el director del Consejo Regulador, César Saldaña, al que le ha bastado una valoración “preliminar” del borrador que han recibido hace apenas unos días para certificar el enfoque “represor” del mismo, a falta de un estudio en profundidad. “Vuelve al despropósito de hace ocho años cuanto ya lo intentó la ministra Elena Salgado para restringir el consumo de alcohol en las personas mayores con la excusa de la protección del menor”, agregó.
En este sentido, Saldaña, que tacha el documento de “infumable”, considera un planteamiento “paradójico” que el Ministerio meta en el mismo saco a todas las bebidas alcohólicas a sabiendas de que el vino “no es el culpable de los problemas de alcoholismo”. A ello hay que sumar que precisamente su consumo ha descendido en el país en los últimos años y en el hipotético caso de que pudiera haber problemas  relacionados coneste producto, el perfil de los consumidores “no está relacionado con los menores”.
Además, no hay que perder de vista que precisamente otra de las señas de identidad que caracteriza a la industria del vino en general es la autorregulación y el fomento del consumo responsable que promueve el sector y  programas europeos como el Wine in Moderation (WIM)  al que también está adherido el Consejo Regulador para promover el consumo moderado de vinos son los mejores ejemplos de la óptima con la que trabaja esta industria  en su promoción, asociándolo a la salud y a la gastronomía. De ahí las manifiestas contradicciones en las que coinciden las fuentes consultadas sobre las pretensiones de este primer documento de trabajo.

Consumo responsable del vino
“Para la industria del vino la peor propaganda que puede haber es un borracho y menores más todavía, somos los primeros interesados en radicar el consumo abusivo pero esto no se consigue restringiendo de esta forma”, agrega el director de la Casa del Vino. La batería de restricciones que traería la nueva ley propuesta por el Gobierno central al sector y los agentes sociales es interminable, contemplando cuestiones que van desde el etiquetado, para el que se exige leyendas de advertencias sobre los daños que puede causar la ingesta de alcohol a los menores, limitaciones al consumo para los adultos e incluso la prohibición de exponer botellas de vino a modo decorativo, una práctica que en el caso de Jerez y otras ciudades congran tradición vitivinícola es habitual. “Es de locos. La visión que tenemos es totalmente distinta”, señalan desde el Consejo, conscientes de que si bien el abuso del alcohol es un problema a encarar, los medios para hacerlo son, en su juicio, la información y la educación “no prohibiendo ni convirtiendo a la industria del vino en algo que hay que atacar, perseguir y aniquilar”, señala.
Más tajantes aún se han mostrado a nivel regional en organizaciones agrarias como Asaja, donde han llegado a decir que “no merece la pena” si quiera leer el borrador.
En la comarca de Jerez, el secretario general ASAJA-Cádiz, está convencido de que ese borrador “no va o prosperar” y en lo que respecta al vino, su impresión es que “va a salir de la regulación”. “Para nosotros es un producto alimentario y saludable” , no puede estar en esa categoría, es gravísimo y va contra el propio vino., y habría muchos vinos, tanto de denominación de origen, como de mesa que se verían afectados”, recalca.  En Horeca, la patronal hostelera, están a la espera de recibir el documento y, aunque cautos, admiten que lo que les  ha llegado hasta ahora tiene muchas más connotaciones negativas que positivas.

Algunas claves

Cierre de negocios
El borrador del anteproyecto de  esta ley, además de multas (de 300 a 600 euros), prevé el cierre de negocios en caso de infracciones graves o muy graves por la venta a menores. Además, los adultos que compren bebidas a menores también tendrán que hacer frente a sanciones importantes.

Escaparates
Se prohibirá también la exhibición de bebidas -inclusive el vino- en los escaparates -una práctica decorativa común en una ciudad como Jerez- ni se podrán colocar en el interior junto a productos de uso habitual de jóvenes, como ropa, tecnología, material escolar o música.

Igual que el tabaco
Como en el caso del tabaco, los envases de bebidas alcohólicas deberán incluir un mensaje de advertencia del tipo “las autoridades sanitarias advierten que el consumo de bebidas alcohólicas por menores de edad puede causar graves riesgos y daños a su salud y seguridad y está prohibido”

Máquinas expendedoras
Se eliminan las dispensas de cerveza, sangría o vino, o cualquier bebida alcohólica de las máquinas automáticas situadas fuera de los establecimientos.

Parques y colegios
El borrador del anteproyecto prohíbe a mayores de edad consumir alcohol en parques y colegios. Se restringue además el consumo en centros escolares, recintos deportivos, recreativos y transporte público. En parques o en piscinas sólo se podrá beber en terrazas y cafeterías, lo que deja en el aire las degustaciones populares.

Multas a los padres
Las sanciones por consumo para los menores serán de 300 euros y los padres serán los responsables del pago -independientemente de que se contemplen trabajos sustitutivos para la comunidad-. También podrán practicarse las pruebas de alcoholemia.

Los médicos, a denunciar
Los médicos de centros público y privados que hayan prestado asistencia a menores por ingesta de alcohol “deberán comunicar con la mayor inmediatez posible el hecho indicado a los padres o representantes legales de los menores”, reza en el borrador.

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