El Jueves

Manda huevos

La frase la protagonizó Federico Trillo siendo presidente del Congreso de los Diputados, en un descuido de micrófono abierto...

La frase la protagonizó Federico Trillo siendo presidente del Congreso de los Diputados, en un descuido de micrófono abierto. De eso, ustedes se acuerdan como yo, han pasado ya unos años. Suerte tuvo por entonces de que las redes sociales creo que ni existían o al menos no tenían la implantación de hoy día.

A pesar de ello, los chistes corrieron por todos sitios y aún hoy día resuenan en programas de refritos televisivos.

La frase viene al pelo en estos momentos. Porque los leones que custodian la entrada del Congreso y que reciben los nombres de Daoiz y Velarde, los héroes del 2 de mayo de 1808, han saltado a la actualidad por conocerse que uno de ellos (Daoiz, precisamente) está capado, es decir, que no tiene bolsa escrotal.

La historia se remonta a agosto de 2012, cuando la directora del Canal Historia, Carolina Godayol, se dirigió entonces a la Comisión de Peticiones del Congreso ofreciéndose a colocar de manera gratuita el saco escrotal a Daoíz, el león afectado, y completar así la obra, cuyo autor es el escultor Ponciano Ponzano. Ahora, dos años después, el Gobierno ha rechazado este ofrecimiento porque considera que completar esa obra podría ocasionar “efectos dañinos” sobre la escultura original.

Es realmente grotesco que mientras el país tiene temas para que sus señorías trabajen a destajo, una comisión parlamentaria haya tenido que emplear dos años de su tiempo en debatir qué hacer con las carencias del felino. Y no sólo han sido ellos, sino que funcionarios del Ministerio de la Presidencia primero y del Ministerio de Educación y Cultura después han empleado también parte de sus horas en determinar qué hacer al respecto.

¿Dónde vamos si nos distraemos con los huevos del león?
Que el león esté “dotado” o “no dotado” creo que nos importa bien poco a un amplio número de españoles. Quizás los atributos que le faltan son los que habría que ponerles a los titulares de algunos ministerios, para que peleen en condiciones en Bruselas por el bienestar de todos los españoles. Que dejen nuestro IVA tranquilo; que nuestros contratos laborales estén ajustados a la verdadera realidad de tener un trabajo estable; que las indemnizaciones por despido sean un soplo de aire para los que se quedan sin empleo; que los sueldos sean proporcionales al coste de la vida de nuestro país… Ahí sí que estoy dispuesto a hablar de “huevos”.

Déjense de monsergas, señorías, y suden la camiseta como si estuvieran fundiendo bronce. No se parezcan al león Daoiz: convertidos en Bien de Interés Cultural y sin huevos...

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