El pasado 10 de marzo, el jurado que decidirá quién de los cuatro arquitectos llevará a cabo la construcción del museo recibió los proyectos directamente de mano de sus creadores, salvo en el caso de de la arquitecta iraquí, Zaha Hadid, que envió a un colaborador.
Los cuatro proyectos proponen edificios singulares que, sea cual sea el elegido, cambiará el actual skyline de Andorra la Vella, la capital del país, donde estará ubicado, según se desprende de los detalles de las propuestas, a las que Efe ha tenido acceso.
El único arquitecto que ha preferido no mostrar públicamente su proyecto es el norteamericano Frank Gehry, que ya trabaja en la construcción del nuevo Archivo Nacional de Andorra, y que ha diseñado un edificio de 109 metros de altura con 17 plantas y un primer piso situado a seis metros bajo tierra.
Es una construcción que recrea el aspecto montañoso de los Pirineos en el que está enclavada Andorra a partir de paneles de aluminio que recubren buena parte del edificio, una “solución contemporánea” para la que el despacho de Gehry utilizará, en caso de ser el ganador, materiales y estrategias ecológicos.
Este aspecto exterior del edificio, que supera en 29 metros al edificio más alto de Andorra, la torre de Caldea, es la característica más destacada de esta obra.