El Jueves

Réquiem por el bipartidismo

Con todo este panorama y el desgaste propio de los populares, se comienza a dibujar un escenario político para el 2015 que puede distar mucho, en líneas generales, de la filosofía que este país se conserva desde la trancisión.

El resultado del sondeo publicado por el diario El Mundo en los últimos días del pasado mes de agosto comienza a dibujar un panorama distinto en lo que pueden ser los comicios electorales que nos traerá el próximo año 2015. Aún están lejanos y para el próximo año (año electoral) quedan un buen puñado de meses. Pero las tendencias comienzan a señalar direcciones nuevas, distintas e inquietantes.

Un primer aldabonazo fueron las elecciones europeas, donde Podemos irrumpió con fuerza en el panorama político consiguiendo una representación más que importante para la corta vida de la formación. Ahora, los datos de Sigma Dos sobre la intención de voto renuevan la convulsión que produjeron los datos europeos: Pablo Iglesias y los suyos se acercan peligrosamente al ¿renovado? socialismo de Pedro Sánchez. La pregunta que nos hacemos ya tiene un recorrido de meses: ¿está herido de muerte el bipartidismo?

Está claro que, de momento, o no existe o no llega hasta donde debe ese proceso de renovación en la dirección del Partido Socialista, a pesar de que Podemos a quien también le roba simpatías es a la izquierda de Lara y Llamazares. El efecto Sánchez no ha llegado al electorado -socialista o no- y tan solo se ha quedado de muros para adentro, visualizado en el entusiasmo de los militantes durante la elección del nuevo líder.

Que Podemos se convierta en la tercera fuerza política no es solo una progresión inédita en la historia de la democracia para una formación de nuevo cuño, sino un síntoma de que algo está cambiando. Para Izquierda Unida también es motivo de preocupación, donde voces críticas desde interior de la formación ven más operativo convertirse en “compañero de viaje” de Podemos -aliarse con su enemigo- antes que considerarles una opción más para el indeciso votante de izquierda.

UPyD también se resiente de la aparición en escena de Iglesias y los suyos. Su electorado, que hasta ahora lentamente crecía en número y fidelidad, parece que ha echado el freno. Junto a ello, las discrepancias internas -algo ya esperado- por su acercamiento a Ciudadanos, los convierten también en un volcán que puede entrar en erupción en cualquier momento.

Con todo este panorama y el desgaste propio de los populares, se comienza a dibujar un escenario político para el 2015 que puede distar mucho, en líneas generales, de la filosofía que este país se conserva desde la trancisión.

¿Réquiem por el bipartidismo? Aún no lo sabemos. Las urnas y los ciudadanos tienen la palabra.
 

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