La plantilla de Cartuja Móvil, concesionario de Seat en Jerez, reclama el abono de las nóminas de julio y agosto al tiempo que lamenta los continuos atrasos en el cobro de sus salarios, una situación que se viene repitiendo de manera sistemática desde hace ya un par de años.
La empresa cuenta en la actualidad con casi treinta trabajadores, que se encuentran en una situación precaria como consecuencia precisamente de estos impagos, de los atrasos y, sobre todo, de la incertidumbre que se cierne sobre sus empleos.
No en vano, los propios empleados aseguran que la dirección les ha invitado ya en varias ocasiones a firmar las bajas voluntarias con el compromiso de integrarse en una nueva sociedad, lo que llevaría a los afectados a renunciar a sus legítimos derechos.
Además, la oferta que se ha hecho a los trabajadores en el supuesto de ser recolocados en esa nueva empresa rebajaría sustancialmente las condiciones laborales, ya que se suprimirían las dos pagas extraordinarias y el sueldo experimentaría un recorte medio de alrededor de 400 euros.
El problema es que los propios empleados no terminan de fiarse de la dirección de la empresa, que no ofrece garantías del mantenimiento de los puestos de trabajo.
Los empleados no entienden tampoco de qué está sirviendo el procedimiento concursal en el que se encuentra la empresa, toda vez que hasta ahora no se les ha garantizado el cobro de sus salarios.
Los atrasos en el abono de los salarios de este concesionario se suman a los problemas padecidos por las plantillas de otros establecimientos del sector, que desde hace algunos años viene sufriendo en primera persona los estragos de la crisis y el descenso de las ventas de vehículos.
