Jerez

Los niveles de benceno, normales

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  • Resultados del estudio del Observatorio de Salud y Medio Ambiente en Andalucía
La población del Campo de Gibraltar viene manteniendo una legítima preocupación sobre la calidad ambiental del entorno que le rodea. Una inquietud que la Administración sanitaria trata de aminorar con la presentación de informes y estudios que acrediten la salubridad del aire y el agua de la zona.
Dentro de este grupo de exámenes se encuentra el estudio sobre Exposición a benceno en la población del Campo de Gibraltar, realizado por la Escuela Andaluza de Salud Pública.
El director del Observatorio de Salud y Medio Ambiente en Andalucía, Antonio Daponte, ha sido el encargado de presentar los resultados del informe en esta semana.
Como primera conclusión, Daponte informó que “los niveles de concentración de esta sustancia está por debajo de lo marcado por la Directiva Europea de la Calidad del Aire”.
El investigador recordó que “las mediciones realizadas por el CSIF en 2005 señalaban que los valores límite marcados por la normativa europea de cinco microgramos por metro cúbico se superaban en Puente Mayorga, cuando había vientos de poniente, con unos valores máximos de hasta 5 o 6 veces superiores a los de otras zonas. Esto motivo la realización del estudio, dada la intranquilidad ciudadana”.
Cabe recordar que la Unión Europea ha regulado los niveles de exposición a esta sustancia en el exterior de las viviendas, quedando el interior de inmuebles sin normativa sobre la calidad del aire, “al ser un ámbito de libertad de las personas”.
Y es que, a pesar de que “la exposición al benceno puede producirse por la piel, lo habitual es que esta sea por vía respiratoria”.
En concreto, el límite de exposición al benceno recogido por la normativa europea para el año 2010 estará fijado en 5 microgramos por metro cúbico de aire, por los 7 microgramos previstos para 2008.

estudio
Según Daponte, “dado que las personas están expuestas a la sustancia tanto en interior como en exterior, el objetivo del estudio fue evaluar los niveles en tres zonas, Puente Mayorga y Guadacorte (como áreas de exposición a emisiones de benceno de carácter industrial) así como Tarifa”.
En cuanto a la participación, se eligieron a niños y niñas de entre ocho y doce años de edad de estas tres zonas. La elección se basa en que “los menores tienen menos fuente de exposición al benceno ya que no trabajan, no fuman y no usan productos químicos de limpieza”.
De esta forma, de los 400 niños de los tres colegios seleccionados, finalmente 60 pasaron a engrosar el estudio (18 de Guadacorte, 17 de Puente Mayorga y 25 de Tarifa).
A continuación se colocaron medidores de benceno fuera de sus casas así como en el interior de sus viviendas. Además, también se ubicaron los captadores en las zonas exteriores e interiores de los centros educativos.
Tras ello, se realizaron mediciones en  dos periodos de quince días cada uno, uno de ellos en verano y otro en invierno, “y sin que las industrias tuvieran conocimiento de este análisis”.
Paralelamente, se realizaron cuestionarios sobre características ambientales así como de exposición al benceno de las familias. Asimismo, se anotó la actividad diaria de los menores durante las jornadas en las que se realizaban las mediciones”.
El estudio calculó los días en los que el viento sopló de levante o de poniente, dada la importancia de este regimen a la hora de extender las emisiones. Así, en un 68% de los días de verano el viento sopló de poniente, por el 75% de días con levante en invierno.

resultados
Los resultados señalaron como en el exterior de las viviendas de Puente Mayorga, en verano, la concentración de benceno fue de 3 microgramos por metro cúbico frente a los 0,6 de Tarifa. Mientras, en invierno, en Puente Mayorga la concentración fue de 1,8 microgramos por 1 microgramo de Tarifa.
Por contra, en el interior de los inmuebles, en invierno, en Puente Mayorga la concentración media anual fue de 4,1 microgramos por los 1,9 de Guadacorte y los 1,8 de Tarifa.
Entre las conclusiones destacan como “la concentración de benceno de Puente Mayorga es mayor que en ningún otro punto comarcal y el aire del interior de los inmuebles y colegios registra una concentración mayor de benceno”.
En este sentido hay que destacar que los sujetos de estudio distribuyeron su tiempo en un 75% en el interior de las viviendas por el 25% del exterior.
Además, el estudio indica como “el régimen de vientos tiene una importancia tanto en los niveles internos como externos. Así, el poniente favorece las concentraciones en Puente Mayorga mientras que el levante lo hace en Guadarranque”.

—Análisis—

Un compuesto orgánico calificado como sustancia cancerígena

Daponte subrayó que el benceno es una sustancia cancerígena, “aunque puede tener otros efectos en el organismo. Así puede, producir leucemia mieloide o problemas respiratorios. Por lo tanto, existe una legítima preocupación desde el ámbito de la salud cuando los niveles registrados son elevados. En este caso, la población mantiene cierta preocupación por el entorno industrial en el que reside”.
El benceno es un compuesto orgánico volátil que se encuentra en forma de vapor habitualmente a temperatura ambiente y que se produce con procesos de combustión incompleta de derivados del petróleo.
En principio, existen cuatro tipos principales de fuentes, siendo algunas de ellas exteriores (aire ambiente) y otras interiores (viviendas o colegios).
Entre los niveles exteriores encontramos fuentes fijas como la industria química, refinerías, incineradoras o acerías; el tráfico rodado así como fuentes naturales ocasionales como incendios o volcanes.
Entre los niveles interiores, la primera fuente de exposición son el tabaquismo, las ocupaciones laborales, interior del vehículo, tipo de calefacción, la utilización de aire acondicionado, ciertos productos de limpieza, estaciones de servicio, tiendas de limpieza en seco o artes gráficas.
El director del Observatorio Andaluz de Salud y Medio Ambiente destacó que “los niveles de exposición personal al benceno son la suma de ambos niveles”.

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