El presidente estadounidense, Barack Obama, ha alertado de que "Afganistán sigue siendo un lugar peligroso" pese a que Estados Unidos haya decidido poner fin a su misión de combate en el país asiático, en el que permanecerán algunos efectivos norteamericanos.
Este domingo ha tenido lugar en Kabul la ceremonia por la que la misión de la OTAN en el país asiático, la Fuerza Internacional para la Asistencia a la Seguridad (ISAF), ha pasado a convertirse en 'Apoyo Resuelto'.
En un comunicado, Obama ha resaltado que "nuestra misión de combate acaba y la guerra más larga en la historia americana llega a una conclusión responsable" trece años después de los atentados del 11-S que la desencadenaron.
Tras agradecer la labor de los militares estadounidenses y los sacrificios realizados --ha habido 2.200 bajas en la contienda--, ha defendido que "estamos más seguros y nuestro país es más seguro por su servicio" mientras que, con el apoyo de la OTAN y las tropas norteamericanas, Afganistán ha asumido "su propia seguridad, celebrado elecciones históricas y completado la primera transferencia democrática del poder en su historia".
"Afganistán sigue siendo un lugar peligroso y el pueblo afgano y sus fuerzas de seguridad siguen haciendo sacrificios tremendos en defensa de su país", ha resaltado Obama.
"A invitación del Gobierno afgano, y para preservar los logros que hemos hecho juntos, Estados Unidos y nuestros aliados mantendremos una presencia militar limitada en Afganistán para entrenar, asesorar y asistir a las fuerzas afganas y para realizar operaciones antiterroristas contra los remanentes de Al Qaeda", ha explicado.
El presidente estadounidense ha admitido que los soldados estadounidenses "seguirán enfrentándose a riesgos, pero esto refleja el compromiso duradero de Estados Unidos con los afganos y con un Afganistán unido, seguro y soberano que nunca más sea usado como fuente de ataques contra nuestra nación".
Por último, Obama ha resaltado que cuando asumió el cargo en 2009 había casi 180.000 soldados estadounidenses desplegados en Irak y Afganistán, frente a los algo más de 15.000 actuales. "Seguiremos estando vigilantes contra los ataques terroristas y en defensa de las libertades y valores que nos importan".