Dos soldados españoles perdieron ayer la vida y cuatro quedaron heridos en un atentado suicida perpetrado contra un convoy militar en la provincia occidental afgana de Herat cuya autoría se atribuyeron los talibanes.
Un insurgente lanzó una furgoneta cargada de explosivos contra un convoy conjunto de fuerzas afganas y de la ISAF y destruyó completamente uno de los tanques, precisó a Efe el portavoz de la Policía del oeste afgano, Abdul Raouf Ahmadi, que en un primer momento dijo que las víctimas eran italianas.
Según Ahmadi, un civil que se hallaba en las proximidades también resultó herido en el atentado, que tuvo lugar en la población de Aziz Abad del distrito de Shindand, en el sur de Herat.
Poco después, la ministra española de Defensa, Carme Chacón, confirmó estos hechos y precisó que los fallecidos pertenecen a la Brigada Ligera Aerotransportable con sede en Figueirido (Pontevedra) y estaban destinados en Herat desde hace varios meses.
En una breve declaración institucional, la ministra añadió que los heridos, uno de ellos en estado grave, fueron trasladados al hospital de la base de Herat.
El convoy atacado estaba compuesto por doce camiones afganos y seis blindados españoles.
La furgoneta con explosivos conducida por el suicida impactó contra el último blindado, que cerraba el convoy y en el que viajaban las víctimas españolas.
Los dos militares fallecidos fueron identificados por el Ministerio de Defensa como el cabo primero Rubén Alonso Ríos, nacido en Galicia en 1978, y el brigada Juan Andrés Suárez García, en Asturias, en 1967.
El ataque tuvo lugar a las 12.30 horas locales (08.00 GMT), cuando el convoy regresaba a su base.
Del atentado se responsabilizó de inmediato la insurgencia talibán en un comunicado colocado en su página web, en el que asumió que el convoy atacado era norteamericano.
El autor del ataque es un tal mulá Habibullah, residente de la provincia, según el comunicado, que añade que el suicida destruyó completamente un tanque y causó la muerte de sus ocupantes, además de dañar otros blindados.
En el distrito de Shindand, el más conflictivo de la provincia de Herat, operan tanto tropas de la Fuerza de Asistencia para la Seguridad (ISAF) –en la que participa España– como de la coalición antiterrorista que Estados Unidos dirige en Afganistán, bajo mando directo de Washington.
El pasado 22 de agosto, un bombardeo de la coalición estadounidense causó la muerte de 90 civiles, de ellos 60 niños, en Aziz Abad, en el episodio con mayor número de bajas entre la población registrado desde la caída del régimen talibán en 2001.
Tras aquel ataque, el presidente afgano, Hamid Karzai, exigió revisar los términos de la presencia militar extranjera en el país y “regular” su responsabilidad por medio de un acuerdo, mientras la ISAF abogó por “una mayor coordinación entre las tropas internacionales y las fuerzas de seguridad afganas” para evitar la muerte de civiles.
España tiene 778 soldados en la misión ISAF, que comanda la OTAN y cuenta con mandato de la ONU.
Las tropas españolas están destacadas en Herat, integradas con el contingente italiano, y en la vecina provincia de Badghis, con un Equipo Provincial de Reconstrucción en Qala i Naw compuesto por unos 200 hombres y dedicado a tareas “humanitarias” y de asistencia a la población.
Con las bajas de ayer, suman 87 los soldados españoles que han perecido (seis de ellos en acciones de guerra y el resto en accidentes o por enfermedad) en Afganistán desde su despliegue en este país, en enero de 2002.
Chacón, que compareció ante la prensa en Madrid junto al jefe de Estado Mayor de la Defensa, el general José Julio Rodríguez, ofreció sus condolencias a las familias de las víctimas. “Todos los españoles nos sentimos unidos ante el dolor, que es nuestro dolor”, declaró Chacón, para agregar: “En estos momentos somos aún más conscientes de hasta qué punto nuestros soldados exponen su vida por el bienestar y por la libertad de un pueblo distante y también por nuestra seguridad”.
Chacón viaja al país para seguir de cerca la evolución de los soldados heridos
La ministra de Defensa, Carme Chacón, viajaron ayer Afganistán junto al Jefe del Jemad, el general José Julio Rodríguez, para seguir de cerca la evolución de los cuatro soldados heridos, uno de ellos grave. Según han informado a Efe fuentes del Ministerio de Defensa, la ministra se ha puesto en contacto telefónico con los familiares de los fallecidos –el cabo primero Rubén Alonso Ríos y el brigada Juan Andrés Suárez García– para expresarles sus condolencias y poner a su disposición todos los medios del departamento que dirige.
Defensa también ofreció a los familiares de las víctimas en el atentado equipos de ayuda psicológica, así como los traslados que estos necesiten. La cantidad de explosivo utilizado en el atentado perpetrado contra militares españoles en Afganistán podría haber destrozado un carro de combate, señalaron ayer a Efe fuentes militares cercanas a la investigación. Las mismas fuentes precisaron que, aunque la investigación está abierta, se puede deducir la potencia del explosivo por “el radio de dispersión” de los restos de la furgoneta y por los “escasos restos” que quedaron del vehículo, una furgoneta marca Toyota.
Profundo pesar en la Casa Real y entre los partidos políticos
El Rey Don Juan Carlos expresó su “más profundo pesar” por la muerte de los soldados, y mostró su deseo “de restablecimiento” para el otro herido grave. “A la espera de que se esclarezcan los hechos, expresar en mi nombre y en el de la Reina nuestro más profundo pesar ante tan trágica noticia, con nuestro mejor deseo de restablecimiento a los heridos”, afirmó el Rey Don Juan Carlos en Japón, país donde los Reyes inició ayer su segundo viaje de Estado.
Todas las formaciones políticas democráticas también manifestó su más profundo pesar por el atentado y trasmitieron sus condolencias, apoyo y solidaridad a las familias de los fallecidos y heridos. José Luis Rodríguez Zapatero, mostró hoy desde las Palmas de Gran Canaria su más profundo dolor por la muerte de los soldados al tiempo que destacó las “ejemplares Fuerzas Armadas” que tiene España y pidió que se rinda a los soldados fallecidos el “homenaje que se merecen”.
