Antonio Barea Alvarado nace en el casco antiguo, en el barrio de San Pedro, en la calle Valderrama, el 2 de agosto de 1960. Se crió entre San Pedro y Santa María jugando con los amigos de su infancia y estudiando en el colegio las Nieves. Ya a temprana edad comenzó a gustarle el mundo de la música y comienza su andadura profesional , con tan sólo 18 años, entrando en la moda del momento: el mundo de las discotecas. Comenzó pinchando los discos de vinilo en la discoteca Zappa, haciendo moverse a la juventud de aquella época de finales de los años 70. Cada fin de semana reunía la juventud para pasar un buen rato... De ahí paso a pinchar y llenar otra discoteca: la Dickens. Tras realizar el servicio militar en Tarragona, volvió a la ciudad y comenzó pinchando los éxitos musicales del momento en discoteca Okapi. Tras coger una pista vacía, ya que se inauguró una nueva discoteca y se quedo vacía, con su llegada y pasando unos meses la discoteca comenzó a activarse y conseguir los mayores llenos de su historia. Incluso cortando el pase de jóvenes nada más comenzar, ya que no se cavia. Pero su mundo no era sólo el llenar pistas de baile. Le fascinaba la idea de trabajar en la radio. Tras comentárselo al propietario de la discoteca, Paco Beato, y a su compañero Manolo Téllez, pensó en montar una emisora, y tras muchas visitas a otras emisoras para conocer su funcionamiento, comenzó su aventura radiofónica. La parte alta de la discoteca le sirvió para montar los equipos. Cuando le dijeron que estaba en el aire no se lo creía... En unos minutos comenzaron a llamarlo por teléfono gente que estaba ya sintonizando la emisora. “Buenos días Arcos de la Frontera, bienvenido a su radio. Radio Arcos, la voz de la Sierra”, era su tarjeta de presentación. Comenzó así su aventura a través de las ondas. Desde aquello ya han pasado 31 años.
¿Cuántos años poniendo voz a las noticias de Arcos, al run run del pueblo?
—Han sido 31 años de mi vida y de mi familia, que a la vez ha vivido conmigo mi mundo de la radio. Porque la ilusión y las ganas que se tienen cuando se trabaja en lo que realmente le gusta a uno, eso se le trasmite a todos y a todas horas. He tenido la oportunidad de que mi voz llegara a mucha gente con diferentes programas: noticias generales, deportes, carnavales, Semana Santa, etc. De jugar con los oyentes a los nuestros concursos, de entrevistas de todo tipo. Todavía queda en mi recuerdo a principios de los 80 cuando realicé un programa a las 16.30 h. que se llamaba El oyente saluda, que pese a esa horas tenía una audiencia muy grande; programa donde los vecinos llamaban y dedicaban su canción preferida su familiar o amigo. Era difícil que pudieran entrar por teléfono ya que lo intentaba mucha gente, incluso dejaban la central de Telefónica bloqueada por tanta insistencia.
¿Cómo ha cambiado la radio, técnicamente, desde aquellos años en la discoteca Okapi a la actualidad?
—Técnicamente, estos años han cambiado cien por cien. De ser una radio analógica, que funcionaba todo con teclas y botones, a pasar a lo digital. De los discos de vinilo, el LP de 33 r.p.m. y los de 45 r.p.m., no sé cuántos he puesto en mi vida. Después salió el Compact Disc, que creíamos “lo más del disco”. Cuando empezamos a trabajar con ellos, no disponíamos de todos los discos porque aún salían de vinilo, hasta que todos se deciden al Compact. Curiosamente, ahora volvemos a los vinilos. Después salió el Mini Disc, otro “no va más”. Era muy interesante para la publicidad porque la grabábamos en digital..., pero todo tiene lo bueno y lo malo; lo malo, que a veces se nos borraba todo sin motivo alguno y nos quedábamos sin publicidad. Esto no tuvo mucha vida. No me puede olvidar de la cinta de cassette. Ahí se grababa todo lo que hacíamos. Programas y entrevistas quedaban para casi siempre, porque con el tiempo también perdida mucha calidad. Pero sin lugar a dudas la cinta cassette ha sido un gran invento para dejar grabaciones y que el público en general grababa sus canciones y momentos históricos. Ahora, con los ordenadores, es otro mundo. Lo hacemos todo con ellos. No nos tenemos que mover del asiento para tenerlo todo a nuestro alcance. También nos sirven para hacer grabaciones digitales.
Un gran invento que llegaría al mundo de la radio y que nos ha facilitado el trabajo.
Y ahora quitemos el adverbio técnicamente. ¿Cómo hemos cambiado? ¿Cómo ha cambiado Arcos desde aquellos primeros años ochenta?
—Como he relatado en el cambio técnico, también Arcos de la Frontera ha tenido sus cambios y siempre a mejor. Podemos disfrutar ahora de una ciudad en la que tenemos de todo, como cualquier cuidad más grande. Cuando empezamos había muy pocas noticias. El Ayuntamiento era el que creaba la noticia para informar a los ciudadanos. Desde cualquier corte de agua, luz, trafico, etc. La participación de los miembros del Gobierno municipal en la radio era frecuente. Como la radio ha ido evolucionando, también la ciudad ha ido evolucionando en todos los sentidos. Claro está que no eran igual los años 80 que los actuales, pero siempre estamos adaptados para realizar los cambios para mejorar nuestra ciudad.
¿Cuál ha sido la entrevista que más trabajo le ha costado hacer? ¿Y la que le ha hecho más feliz profesionalmente hablando?
—Ahora mismo no sabría decir cuál ha sido la que más trabajo me ha costado, pero sí me ponía nervioso cuando tenía que entrevistar a un personaje de fuera con un cargo importante. Pensaba que quizás no estaría a la altura de él. Pero al final salía contento y quizás esa entrevista era la que me hacía superarme día a día. Allá por los años 90 hubo un personaje ya fallecido, que revolucionó todas las entrevistas que le hacían. Yo tenía la ilusión de algún día poder hacérsela. Estoy hablando de Jesús Gil, presidente del Atlético de Madrid y alcalde de Marbella. Y ese día llegó en enero de 1992, cuando asistí a realizar un reportaje sobre la Feria Internacional del Turismo, Fitur. Me lo encontré allí,y dije ¡Esta es la mía! Duró poco tiempo, unos cinco minutos, pero fue de esas entrevistas en la que uno se siente como si hubiera descargando toda lo que lleva dentro. Se cumplió mi objetivo.
Explíquenos la noticia más triste que ha tenido que dar.
—Tristeza siento cuando tengo que dar una mala noticia: el fallecimiento de una persona que conozco, un amigo, un familiar... Se me hace un nudo en la garganta y es difícil seguir adelante. También son malas noticias las que nos incumben y nos anulan la capacidad de responder, de ayudar.. Pero estamos para todas las noticias, las buenas y las malas, pues nuestro objetivo es informar.
Radio Arcos es una emisora municipal y ustedes son funcionarios municipales. ¿Las ondas son libres?
—Al ser un medio municipal nos debemos a nuestro Ayuntamiento. Hemos estado trabajando con partidos de izquierda y derecha. Nunca hemos tenido problemas con ellos. Nos al Ayuntamiento de la ciudad, siempre haciendo lo mejor posible nuestro trabajo, como cualquier trabajador municipal. Siempre estamos en la diana de muchos que nos califican de una manera o de otra. La radio ha estado siempre ahí y seguimos estando. Las ondas son libres, llegan a cualquier lugar donde la naturaleza las lleva. Si en realidad me preguntas por la libertad de expresión, han sido muchos los vecinos que la han tenido a su disposición gracias a la radio.
Además de profesional del micrófono es usted historiador de la Semana Santa arcense. Ha publicado dos libros con la historia de las hermandades de El Prendimiento y Las Tres Caídas.
¿Tiene previsto ampliar a otras hermandades la publicación de nuevos libros?
—Una de mis pasiones sin lugar a dudas es la Semana Santa. Comencé un proyecto que tuve que dejar. Tras adentrarme en el mundo de las hermandades comprobé que había muy poca información y me propuse escribir un libro de cada una de nuestras cofradías para dejar un legado histórico de ellas. En 2003 publiqué la historia de la hermandad de las Caídas y al siguiente la del Prendimiento. Ahí comenzaba la crisis económica... Tras intentarlo varias veces, era imposible reunir el dinero necesario para editar el siguiente libro. Ahí tuve que dejar el proyecto de hacer 13 libros de nuestras hermandades. Ahora lo pienso y veo que era un proyecto muy ambicioso y que ahora no sería capad de realizarlo. No obstante, dejé dos libros para la eternidad.
¿Se siente reconocido?
—Soy medalla de la ciudad por los 25 años de radio. Reconocimiento del mundo del carnaval por la Comisión Organizadora del Carnaval, mención especial del periodismo deportivo por la Delegación de Deportes. Rey Mago en la cabalgata de 1997. Presentador de carteles de la Navidad y Belén Viviente. Presentador del cartel Semana Santa del Consejo Local. Presentador de diversos actos culturales y deportivos. Hoy, después de 31 años de trabajo y ya con 54 años, y como el primer día, espero pulsar el botón, encender la luz roja -ya en el aire- y contar la vida de nuestra ciudad: Buenos días Arcos de la Frontera, saludos de Antonio Barea.
