Suena Cigarreras hoy en San Esteban. Tras el palio, mi palio, de la Virgen de los Desamparados, un buen número de profesionales de la música la acompañará con sus compases, desde poco después de las 3 de la tarde y hasta que la noche se instale en el Martes Santo, entornando la puerta del siguiente día. Y harán que la belleza morena de la Virgen de la Puerta de Carmona se desparrame por cada rincón que pase, dejando volar su llanto en las notas musicales que inundan el espacio.
Cigarreras suena. Una banda que cada año sorprende más y más a los entendidos de la cosa musical cofradiera. Estamos asistiendo, sin grandes alharacas que desvirtúen el milagro, a la consolidación de una gran banda, que no sólo toca con un altísimo nivel, sino que sabe medir los tiempos, las circunstancias y los momentos.
Cigarreras suena. Y es deleite de muchos, yo entre ellos. De los que no tenemos conocimientos musicales pero que sí sabemos apreciar lo que nos gusta y lo que está fuera de lugar. Lo que siempre ha sonado en Sevilla y lo que es más propio de otros sitiosCigarreras suena y hay que dejarla sonar.
Entiéndanme lo que les digo.En ocasiones nos empeñamos, por puro deseo de que todo salga mejor que bien en el día más grande de una hermandad, en controlarlo todo: medir cada uno de los instantes; saber de ante mano qué va a pasar en cada sitio; programar cada movimiento; y, junto a esto, elegir cada sonido.Grave error cuando se cuenta con el compromiso y la profesionalidad de músicos como los que forman esta banda. Dirigidos magistralmente por José Manuel Toscano, años de experiencia tras los pasos, y con el exquisito tacto y mimo de José María Gutiérrez para cada una de las hermandades a las que acompañan, Cigarreras es siempre jugar a caballo ganador. La música de Cigarreras nunca se equivoca, nunca es extraña, nunca es descompasada, nunca está fuera de lugar.
Búsquenles en los próximos días tras los palios de la Virgen de la Victoria o en las últimas horas del Viernes Santo en la Carretería. Podrán deleitarse, en estos dos últimos, con un repertorio cuidado, que para eso son ellos los que saben de música. Imponer nuevos sonidos por quienes no se dedican a esto es un error. Querer controlarlo todo, como decía unos párrafos atrás, no conduce a nada, salvo a caminar de puntillas y sin red por la delgada línea del error que lleva al precipicio del desastre.
Cigarreras suena. Déjenla sonar y cierren los ojos. El sonido hará la magia. La magia de la Semana Santa.
Porque suena Cigarreras.
