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La UE impulsa una misión naval contra mafias migratorias en el Mediterráneo

La operación militar, bautizada como EUNavfor Med, tendrá como objetivo "interrumpir el modelo de negocio de las redes de tráfico de personas en el Mediterráneo Sur-Central", para lo que se centrará en "identificar, capturar y desechar" las embarcaciones que usan

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  • Mogherini. -

Los ministros de Exteriores y Defensa de la Unión Europea (UE) autorizaron hoy la planificación de una misión naval en aguas del Mediterráneo para luchar contra las redes que trafican con inmigrantes, que han dejado miles de muertos en los últimos meses en su intento de llegar a Europa.

"Hemos decidido establecer una operación naval de la UE para interrumpir el modelo de negocio de las redes de traficantes" de personas en el Mediterráneo, anunció la jefa de la diplomacia comunitaria, Federica Mogherini, al término de un consejo de ministros conjunto de Defensa y Exteriores en Bruselas.

La operación militar, bautizada como EUNavfor Med, tendrá como objetivo "interrumpir el modelo de negocio de las redes de tráfico de personas en el Mediterráneo Sur-Central", para lo que se centrará en "identificar, capturar y desechar" las embarcaciones que usan.

La UE explicó que forma parte de un paquete de medidas integrales para salvar vidas en el mar, afrontar situaciones de emergencia y atajar las causas raíces de la migración irregular.

En una primera fase, la misión prevé intercambiar información y patrullar en alta mar para detectar redes ilegales de inmigración.

A continuación, contempla abordar, capturar o desviar los barcos sospechosos que se aproximen a Europa en el caso de que no tengan pabellón o si se cuenta con el permiso del Estado representado en su bandera en aguas internacionales, o en las territoriales del país concernido en tanto se cuente son su permiso o con una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.

La última fase implica tomar "todas las medidas necesarias" contra las embarcaciones y los activos, como "desecharlas" o hacerlas "inoperables" en el territorio del Estado costero concernido, de acuerdo con una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU o el consentimiento de dicho país.

Los ministros también acordaron establecer el cuartel general de la nueva operación en Roma y que su comandante de operaciones sea el contraalmirante italiano Enrico Credendino.

Los gastos comunes de la misión se han cifrado en 11,82 millones de euros para una fase de puesta en marcha de dos meses, más un mandato de doce meses.

La UE continúa a la espera de que el Consejo de Seguridad de la ONU adopte la resolución que le solicitó Mogherini la semana pasada para poder lanzar plenamente su operación.

Mogherini confió en que los ministros de Exteriores puedan "lanzar" la misión en el Consejo que celebrarán el 22 de junio en Luxemburgo y que para entonces el Consejo de Seguridad de la ONU haya adoptado el mandato solicitado por la UE "bajo el capítulo 7" (que permite el uso de la fuerza) para que la operación pueda entrar en vigor "en todas sus fases".

El ministro español de Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, aseguró que España está "trabajando muy activamente" para que la resolución salga adelante, aunque señaló que en el supuesto de que no se consiga "bastaría para cumplir los requisitos de legalidad internacional" una "solicitud expresa de intervención de las autoridades libias legítimas".

Mientras, la ONU continúa su labor facilitadora del diálogo entre las diferentes facciones libias para crear un Gobierno de unidad.

García-Margallo precisó que las "operaciones en tierra" de la misión serían "la destrucción en tierra desde el aire o desde el mar de aquellas instalaciones de las que zarpan los barcos".

Anunció que España ha ofrecido para la operación un buque de acción marítima (BAM), con un helicóptero, más un avión de reconocimiento, mientras que Francia o Reino Unido también han propuesto activos.

"El objetivo no es atacar a Libia militarmente, sino parar el modelo de negocio" de los traficantes, dijo el ministro luxemburgués de Exteriores, Jean Asselborn, quien afirmó que se trata de "poner fuera de servicio" las embarcaciones y "no bombardear los barcos que se encuentren en el mar".

El titular de Exteriores de Italia, Paolo Gentiloni, país que más inmigrantes ha recibido en sus costas en los últimos meses, dijo que la UE "ha reaccionado bien a los naufragios desde el inicio" y confió en que "no se dé ningún paso atrás sobre a las propuestas".

Aunque hoy los ministros no tocaron un ámbito propio de sus colegas de Interior como qué hacer con los inmigrantes interceptados, el secretario de Estado francés de Asuntos Europeos, Harlem Désir, aseguró que, "si es necesario", se "volverá a llevar a los puertos de partida" a las personas en un marco legal internacional.

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