El Juzgado de lo Penal número 4 de Huelva ha acogido el juicio contra una mujer acusada de un delito relativo al incumplimiento de los deberes legales de asistencia inherentes a la patria potestad, ya que presuntamente no llevó al colegio, en Aracena, a sus dos hijos durante el curso escolar 2011/2012, cuando contaban con 10 y 13 años de edad. Durante la vista oral, la mujer ha culpado al padre, que también será juzgado por esta misma causa en otro juicio, al encontrarse fuera del territorio español y ser localizado.
Según han informado a Europa Press fuentes judiciales, ella ha asegurado que el hecho de llevar a los niños al centro educativo "era una responsabilidad del padre porque estas decisiones las tomaba él".
Cabe recordar que la presente causa también se dirigía contra el padre de los menores, y aunque en un principio se acordó el archivo por encontrarse fuera del territorio español, ha sido localizado, por lo que se ha abierto otra causa, que se celebrará más adelante y aún está pendiente de señalamiento y acusación.
Según reza en el escrito de acusación, el Ministerio Fiscal solicita para esta madre el pago de una multa de casi 3.000 euros, a razón de ocho euros diarios durante un año.
El fiscal señala que durante el curso escolar 2011/2012, la acusada, C.L.L., mayor de edad y sin antecedentes penales, ha incumplido sus deberes inherentes a la patria potestad relativos a la asistencia de los menores al centro escolar de la localidad de Aracena, infringiendo así el deber de educación previsto en el Código Civil.
El alto índice de absentismo se ha debido a la despreocupación de los padres por la educación reglada de su hijo, permitiendo con pleno conocimiento y consentimiento que el mismo faltara meses enteros al centro escolar.
Durante todos esos periodos los padres fueron puntualmente informados de la obligatoriedad de la enseñanza y de las consecuencias derivadas del incumplimiento, sin que las actuaciones, llevadas a cabo desde el centro escolar, los servicios sociales y el equipo técnico de absentismo, hayan corregido la conducta de los progenitores.
En concreto, en el periodo que alcanza desde septiembre de 2011 hasta el 27 de julio de 2012, los menores sumaron más de 100 faltas de asistencia no justificadas.