Sólo basta estar vivo, y tener los oídos y los ojos bien abiertos, y les aseguro, y ustedes tienen la ocasión de comprobarlo diariamente, que no se van aburrir. Es posible, que durante un buen tiempo, más de lo que todos deseamos, no dejaremos de ser victimas de la crisis económica, bueno mejor dicho, de la recesión, porque ya estamos yendo para atrás como los cangrejos,
Es muy probable que como el que estas letras escribe, se habrán preguntado un montón de veces, ¿cómo es posible que quienes han provocado esta situación y han llevado al paro y la ruina a millones de familias no estén pudriéndose en la cárcel?
Vivimos en una sociedad, en la que la gente honrada pasa popularmente de ser buenas personas a ser tontas, mientras que entre el derroche y la especulación, la escasez y el cumplimiento de la ley, diera toda la impresión que los pillos nos ponen, haciendo que algunos en tono admirativo exclamen enfáticamente con dos cojones, en lugar de denunciarlo ante los responsables de administrar justicia.
Claro está, que muchos también se preguntarán si pueden fiarse de quienes constituyen uno de los poderes de un Estado Democrático, y no debe dejarse llevar por ningún tipo de presión, considerando a cualquier ciudadano o ciudadana bajo el principio de la igualdad, sea cual sea su condición.
Con frecuencia asistimos, en un mundo mediático como el nuestro, a demasiados excesos verbales, provocados tal vez, por quienes como los políticos deberían llevar a cabo un ejercicio permanente de pedagogía desde su responsabilidad pública, huyendo de la descalificación, el insulto y la crispación, y predicando con la argumentación, la critica y el diálogo.
Algunos y algunas, no se dan cuenta, que son tan políticamente previsibles, que resultan tremendamente aburridos, y no son capaces de ser revolucionarios ni en el sueño ni en la vigilia, y por tanto difícilmente podrán convertir nuestras ilusiones en realidades.
Entre envidias , recelos y comentarios, la peor fama de determinados sujetos que ensucian la política, no es que sean unos chorizos, lo cual es muy grave, sino que además para mayor escándalo son unos bocazas que envueltos en sus vicisitudes, vericuetos y variedades, creen que todo vale y les está permitido.
Hay grandes profesionales de la verdad y del timo, quienes viven de su trabajo y aquellos que siempre han practicado el cuento como forma de ganarse la vida, quienes leen poco y como consecuencia entienden menos, los que somos más partidarios de la ironía y huimos de los tremendismos, los que sabemos que cualquier cosa que queramos comunicar comienza muchos antes de empezar a hablar.
El mundo que nos ha tocado vivir, no es precisamente un paraíso, más se asemeja al infierno en más ocasiones de las deseables, y en el que nos topamos con todo tipo de personajes, desde los que crían cuervos hasta los que comen perdices, pasando por los que vuelan libremente o se sienten hipotecados y prisioneros de las ataduras terrenales.
Caminamos entre el éxito y el fracaso, la felicidad y el sufrimiento, conociendo nuestras propias limitaciones, y tratando de encontrar todo lo misterioso que nos rodea, sin asustarnos en viajar en ocasiones hacia lo desconocido.
Pero cada día que pasa entre lo que oigo y veo, me cansan los cantos de sirena y las fotos trucadas, las zonas vips y protegidas, las caperucitas rojas y los lobos azules, las recetas mágicas y las declaraciones solemnes, los estudios encargados y las encuestas preparadas, los asesores y sus conclusiones.
Tal vez, ante el peligro del ojos que no ven, corazón que no siente, soy de los convencidos que corren nuevos tiempos en los que hay que emplear nuevas ideas, y en los que el ruido es inversamente proporcional a la inteligencia.
Curioso Empedernido
Cosas que hay que ver y oir

- Juan Antonio Palacios
- Curioso Empedernido
Publicado: 08/05/2009 ·
22:34
Actualizado: 08/05/2009 · 22:34