El arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, espera que el nuevo alcalde hispalense, el socialista Juan Espadas, "siga adelante" con los compromisos adquiridos por el Ayuntamiento capitalino para colaborar financieramente con la restauración de la iglesia Santa Catalina, declarada bien de interés cultural (BIC) y cerrada al culto desde hace diez años. El arzobispo pretende acabar las obras del templo "aunque tengamos que pedir un crédito y endeudarnos".
Después de la presentación de la nueva encíclica del Papa Francisco sobre medio ambiente, acto en el que ha estado acompañado por la secretaria general de Justicia y Paz, Isabel Cuenca, y el catedrático en ecología Enrique Figueroa, Asenjo ha evaluado la situación que atraviesa el proyecto de restauración del emblemático templo gótico mudéjar de Santa Catalina, cerrado hace ya una década por sus problemas de conservación.
Recientemente, la Empresa Metropolitana de Abastecimiento y Saneamiento de Aguas de Sevilla (Emasesa), participada mayoritariamente por el Ayuntamiento hispalense, aportaba 423.500 euros al proyecto mediante un contrato de patrocinio, si bien el compromiso por escrito del anterior alcalde, el popular Juan Ignacio Zoido, aludía a una aportación municipal de 1,5 millones de euros para las nuevas labores de restauración, cuyo coste total está cuantificado en más de tres millones de euros. La Caixa, de su lado, tiene comprometida una aportación de 150.000 euros.
Mientras Asenjo manifiesta que todavía no ha tenido tiempo para hablar con el nuevo alcalde, el socialista Juan Espadas, sobre los compromisos del Ayuntamiento para este proyecto de recuperación, Asenjo ha confiado en que el Consistorio "siga adelante" con sus compromisos de financiación.
Porque el arzobispo está decidido a finalizar la restauración del templo, ya en curso, "aunque tengamos que pedir un crédito y endeudarnos", toda vez que la asociación vecinal del casco norte 'La Revuelta' ha decidido denunciar ante los tribunales el contrato de patrocinio firmado entre Emasesa y la Archidiócesis, a cuenta de que el mismo se desviaría supuestamente del "objeto social" de la empresa metropolitana, entre otros aspectos.
"Si a partir de ahora no encontramos ayudas de las instituciones públicas, va a ser difícil mantener nuestro patrimonio, que es de todos", ha manifestado el arzobispo en cuanto a las obligaciones que la institución eclesiástica afronta para la conservación del abundante patrimonio histórico que posee.
Ha señalado también su admiración por los municipios de Fuentes de Andalucía y Cañada Rosal, donde "se han esforzado en financiar las obras porque le tienen aprecio a sus raíces". Y asegura que, sin este esfuerzo y sin las ayudas públicas, "vamos a tener que acostumbrarnos a tener iglesias en ruinas".