El juez central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, ha decretado prisión incondicional para el joven melillense de 29 años detenido en la noche del martes en Melilla acusado de proselitismo yihadista.
El arrestado acumulaba archivos multimedia de carácter yihadista que utilizaba incluso para exponérselos a su hijo menor de edad con el fin de familiarizarlo con las tácticas yihadistas. De hecho, el Ministerio del Interior informó este martes de que el detenido llegó a vestir a su hijo de negro y hacerle portar un machete de grandes dimensiones, emulando la "uniformidad" de los combatientes del Estado Islámico.
Parte de su material propagandístico y de adoctrinamiento encontrado en la operación, desarrollada por agentes de la Comisaría General de Información del Cuerpo Nacional de Policía, en colaboración con la Dirección General de la Vigilancia del Territorio marroquí (DGST), bajo la dirección del titular del Juzgado Central de Instrucción, Número 1, y coordinados por la Fiscalía de la Audiencia Nacional, estaba dirigido exclusivamente a la radicalización de mujeres. Entre el material incautado se encontraron numerosas coincidencias entre los archivos del detenido y los que fueron encontrados a las mujeres implicadas en esta red.
Según la investigación, el detenido estaba inmerso en la producción de grabaciones de voz que consistían en sermones de carácter doctrinal radical, que tenían como finalidad el incitar a no obedecer las leyes establecidas, a seguir únicamente la Sharia o ley islámica, a no establecer contacto con los "infieles" y a rechazar cualquier sistema de gobierno que no sea el Califato, es decir, el sistema impuesto por la organización terrorista Daesh.
La detención del joven en Melilla constituye un nuevo caso de personas que, habiendo nacido y crecido en países europeos, han sufrido un proceso de radicalización que ha desembocado en su compromiso y adhesión ideológica al yihadismo y su integración en la organización terrorista autoproclamada Estado Islámico, Daesh.