El delegado municipal de Educación, Joaquín Páez, ha informado de tres de los programas que se han llevado a cabo a lo largo del pasado curso escolar y organizados por este área municipal. En concreto, ha valorado iniciativas como la relativa a la participación de los estudiantes en el desarrollo de la ciudad. “Ha habido un gran número de alumnos y alumnas que se han implicado en opinar, intentar cambiar ciertas cosas y participar en la vida social de la ciudad”, ha destacado Páez, quien no obstante ha resaltado que “queremos incrementar esta participación”. “Esta iniciativa se ha llevado muy bien desde la Delegación de Educación, pero creemos que no ha habido implicación suficiente por parte del anterior Gobierno”, ha lamentado el responsable del área, quien ha recalcado que “vamos a incrementar la cooperación e interlocución con los jóvenes estudiantes”.
Por otro lado, el programa de formación en familias ha contado con una participación de 221 personas, “que han recibido diversas charlas, cursos y talleres, lo cual ha sido muy bien acogido”. “Sin embargo, ha pasado lo mismo que con el anterior proyecto, que no ha habido la implicación suficiente por parte del anterior Gobierno, por lo que entendemos se puede mejorar”, ha manifestado Joaquín Páez. “El objetivo es que los participantes vean a los que gobiernan como personas implicadas en la educación de sus hijos, lo que llevará consigo una mayor implicación de los progenitores en la enseñanza de los menores”, ha explicado el responsable del área, quien ha añadido que “todo ello para garantizar el éxito escolar”. “Nuestro compromiso es que la comunidad educativa pueda tener una interlocución fácil con este Gobierno”, ha aclarado.
En cuanto al aula de intervención socioeducativa, iniciativa pionera entre los ayuntamientos, hay que destacar que han participado 32 alumnos expulsados de los institutos y derivados a la Delegación de Educación. “Han recibido el apoyo para intentar reconducir esas conductas que les llevaron a ser expulsados de sus centros”, ha explicado el delegado de Educación, quien ha agradecido la colaboración en este proyecto de AMPAS, centros educativos y asociaciones que han colaborado en habilidades sociales, desarrollo emocional, convivencia, expectativas de futuro, situaciones de género, salud y medio ambiente, etcétera...
“Desde diferentes colectivos como ARCHI o asociaciones gitanas se ha llevado a cabo un buen trabajo junto a los técnicos de la Delegación de Educación”, ha alabado Páez, quien ha criticado que, “sin embargo, esta labor ha quedado un poco escondida y apagada por la falta de iniciativa política”. “El objetivo es tratar de reconducir a personas que, sin esta intervención, se verían en un camino que debe ser atajado”, ha explicado el responsable del área, quien ha resaltado “la importancia de la implicación de las familias. Así, se ha tratado atajar las causas de estas expulsiones dentro del propio alumno y de sus familias”.
Hay que resaltar que seis de los 32 alumnos que han participado en este proyecto han continuado con el mismo, a pesar de finalizar sus correspondientes periodos de expulsión. “Es fundamental que los estudiantes de Chiclana tengan una segunda o tercera oportunidad, ya que todos tenemos derecho a equivocarnos y a corregir nuestra manera de ver el mundo”, ha comentado Joaquín Páez, quien ha añadido que “nos han pedido para este próximo curso que, por un lado, el planteamiento burocrático para acoger a estos niños sea menor y, por tanto, se reduzca el tiempo entre la expulsión y la inserción del alumnos en el aula de intervención socioeducativa y, por otro, se intervenga en expulsados de corta duración”. “Nuestro compromiso es mucha más implicación y mejorar lo que ya está muy bien hecho”, ha incidido el delegado de Educación, quien ha finalizado añadiendo que “este próximo curso los centros tendrán a su disposición una unidad didáctica sobre educación en valores y un diccionario de buen trato”.