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Sevilla

Arellano defiende su actuación como rector en la biblioteca de Sevilla

El consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano, ha defendido su actuación en su etapa de rector de la Universidad de Sevilla en relación al proyecto para construir una biblioteca, pero "se ha inhibido" del expediente abierto por su departamento para justificar la subvención

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El consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez, ha defendido su actuación en su etapa de rector de la Universidad de Sevilla en relación al proyecto para construir una biblioteca en Sevilla, pero "se ha inhibido" del expediente abierto por su departamento para que justifique una subvención.

De esta forma el consejero ha respondido en comisión parlamentaria a una petición del PP en relación al expediente abierto por la Junta a la Universidad de Sevilla en relación a una subvención de la administración autonómica por importe de 16,4 millones para construir una biblioteca en El Prado, en Sevilla, porque considera que "no está debidamente justificada".

El consejero ha admitido que tuvo que relación con el citado proyecto durante su etapa de rector de dicha universidad en 2012 y ha garantizado que procuró actuar de acuerdo a la "legalidad y la racionalidad".

Actualmente, como consejero de Economía y Conocimiento se ha inhibido en el requerimiento de la Junta a la universidad para que justifique la subvención, ha explicado.

En este sentido, ha señalado que la dirección general de universidades, que depende de su consejería, es la competente para iniciar el expediente a la Universidad de Sevilla y es la que "defiende las razones que le han llevado" a pedir la justificación de la citada subvención.

En este contexto, Ramírez de Arellano ha apuntado que debe tener una "actitud prudente" y, por eso, se ha inhibido ante la apertura de dicho expediente que "está en manos de los servicios jurídicos y técnicos de las dos instituciones".

El consejero ha recordado que se trata de un asunto urbanístico que se remonta a hace más de veinte años y en el que la Universidad jugó un papel porque había una "densidad académica imperiosa".

Por ello, el Ayuntamiento de Sevilla elaboró dicho proyecto, impulsado con la financiación de la Junta, para construir una edificio singular de carácter cultural en la zona del Prado de San Sebastián en Sevilla, pero finalmente fue paralizado por los tribunales ante las denuncias vecinales en contra de la construcción en una zona verde de la ciudad.

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