El Liverpool de Jürgen Klopp sorprendió, con tantos de Philippe Coutinho y Christian Benteke, al Chelsea en Stamford Bridge (1-3) y dejó al portugués José Mourinho al borde de la destitución después de una semana nefasta.
Tras perder la pasada jornada ante el West Ham (1-2) y caer eliminado entre semana de la Copa de la Liga a manos del modesto Stoke, la derrota en casa ante los 'reds' podría acelerar el despido del cuestionado Mou.
Modificó su once el preparador 'blue', dejando en el banquillo a dos titulares habituales como Cesc Fàbregas y Nemanja Matic y apostando por Ramires y John Obi Mikel en la medular.
Willian, Oscar y Eden Hazard formaban en la mediapunta y Diego Costa, que se recuperó a tiempo de sus molestias, volvía a ser la principal referencia ofensiva de un equipo que necesitaba un triunfo balsámico para calmar los ánimos.
En el Liverpool, Jürgen Klopp apostó por su once habitual, con la única novedad de Roberto Firmino en la punta del ataque en detrimento de Christian Benteke, que esperaba su turno en el banquillo.
El público que abarrotaba Stamford Bridge estaba de lado de Mourinho, cuestionado durante toda la semana tras los últimos resultados adversos, que han dejado a los 'blues' en decimoquinta posición de la tabla.
Se especulaba que una nueva caída aceleraría la destitución del preparador portugués que, sin embargo, contaba con el pleno apoyo de una grada que no dejaba de apoyar a su técnico y de corear su nombre.
A los tres minutos los 'blues', para delirio del público, abrieron el marcador gracias a un tanto de Ramires. El internacional brasileño remató de cabeza desde el punto de penalti y llegando desde atrás un centro milimétrico desde el costado izquierdo de César Azpilicueta.
Los visitantes respondieron bien al tanto de Ramires, dominando el esférico, pero sin llegar a concretar arriba.
El trabajo 'red' tuvo su recompensa en el tiempo de descuento de la primera mitad, cuando Philippe Coutinho, desde el borde del área, dejó sentado con un gran quiebro a Ramires para lanzar un zapatazo con la zurda que se coló por la escuadra derecha de Asmir Begovic.
El brasileño silenció un Stamford Bridge que no vio reacción de su equipo en la segunda mitad, en la que Mourinho se la jugó al dar entrada al joven Kenedy en lugar de Hazard.
Klopp, viendo las carencias en el centro del campo local, se fue a por la victoria y dio entrada en el 64 a un '9', Christian Benteke, en lugar de un centrocampista, James Milner.
Respondieron los 'blues' dando entrada a Cesc Fàbregas, y a punto estuvieron de ponerse por delante después de que Oscar le arrebatara el balón en el centro del campo a Lucas Leiva e intentará sorprender a un Mignolet que sacó una mano prodigiosa.
Dos minutos más tarde Coutinho volvió a callar a Mourinho y al Chelsea con su segundo gol de la tarde, soberbio de nuevo. El menudo atacante culminó la remontada con un tanto similar al primero: se quitó de encima un defensa y, esta vez con la derecha, lanzó un zapatazo que batió a Begovic por la escuadra.
La entrada al terreno de juego de Radamel Falcao García no tuvo el efecto esperado y a falta de ocho minutos para la conclusión el Liverpool sentenció gracias a Benteke, que culminó una gran jugada colectiva para júbilo de Klopp.
Jordon Ibe, que había sustituido a Roberto Firmino poco antes, se coló por la derecha y centró, Adam Lallana dejó pasar el esférico y Benteke se revolvió muy bien dentro del área para perforar la meta de un Begovic vencido.
Esta derrota, la segunda consecutiva en la liga inglesa, deja al ya de por sí cuestionado Mourinho todavía más 'tocado' y lo coloca al borde de la destitución.
A falta del resto de la undécima jornada, el Chelsea, vigente campeón de la Premier League, es decimoquinto en la tabla, con once puntos tras once encuentros disputados, en los que ha logrado solo tres victorias y ha sumado seis derrotas.