La presidenta de Manos Unidas, Soledad Suárez, que ha anunciado que dejará el cargo en 2016, ha pedido al futuro Gobierno, ante las próximas elecciones generales del 20 de diciembre, que aumente los fondos de cooperación, aunque ha advertido de que con este incremento no será suficiente para acabar con la pobreza en el mundo y pide a la sociedad española que cambie sus hábitos de vida.
"Lo pido (el aumento de los fondos de cooperación) con y sin elecciones, también lo llevamos pidiendo desde que lo bajaron del 0,7 al 0,2 por ciento, lo pediría a todos los partidos", ha subrayado durante un viaje a Guatemala con un grupo de periodistas que han visitado los proyectos con los que Manos Unidas colabora en el país.
Suárez ha recordado que cuando llegó el PP al Gobierno, el gasto se redujo un 25 por ciento pero ha criticado que el gasto en cooperación descendió un 70 por ciento. Además, ha recordado con "gran tristeza" que la sociedad española no salió a la calle para manifestarse contra esta caída.
Por otra parte, ha insistido en que hay que convencer a los ciudadanos del "primer mundo" de que tienen que cambiar el sistema y vivir de otra manera pues de esta forma "no van a ser menos felices". "Todos y cada uno somos responsables (de la pobreza en los países en desarrollo), yo también con mi manera de vivir y de consumir", afirma.
"Va más allá de los fondos de cooperación porque podemos seguir repartiendo fondos pero como no consigas modificar la actitud de los que vivimos en el primer mundo hacia los del tercer mundo vamos a seguir dando fondos toda la vida", ha subrayado.
Además, ha criticado la falta de voluntad de los Estados y de la propia ONU: "¿Por qué no se acaba con la guerra de Siria o Irak? ¿De verdad hay potencias que quieren acabar con esa guerra? O las Naciones Unidas, ¿por qué tienen esa actividad tan lenta y cuesta todo tanto, que piden ayuda en Siria a Acnur para que construya un campo de refugiados y Acnur les dice que tardan 6 meses?".
UNA SOLA COMIDA AL DÍA
En cuanto a su visita a Guatemala, Suárez cuenta que le ha impresionado que haya niños que se van a la cama con una comida al día, mujeres a las que no dejan vivir y poblaciones a las que les quitan las tierras por el mero hecho de pertenecer a una etnia. También ha quedado impactada por el "desamparo" que sufren las comunidades.
"Muy a menudo te encuentras de repente con un muro insalvable, lo que suelo hacer yo es concretar, a este niño le estoy ayudando, a esta mujer le estamos sirviendo de apoyo, esto hace que merezca la pena el trabajo", explica.
Concretamente, se muestra "bastante enfadada e indignada" con la desatención del Estado guatemalteco hacia la población indígena. "No puedo entender que existan estados como el que hemos visto. Es gente que va al Gobierno no a servir a su país sino a aprovecharse de él, por eso creo que tiene que ser a nivel político mundial que haya un decálogo en que se diga usted no puede hacer esto, pero claro son mayoría los gobiernos que lo hacen", advierte.
Por ello, aunque Manos Unidas procura no suplantar nunca el papel del Gobierno, Suárez precisa que no pueden dejar morir de hambre a una persona, a pesar de correr el riesgo de realizar una labor que es obligación del Gobierno.
POBREZA RELATIVA EN ESPAÑA
Para la presidenta de Manos Unidas, la pobreza de estos países como Guatemala no se puede comparar con la pobreza relativa en España ya que en este país los niños "tienen derecho a la educación, la sanidad y la alimentación". En todo caso, señala que ha crecido la brecha entre ricos y pobres en España y que hay muchos ciudadanos viviendo en condiciones "muy malas", lo que considera una "injusticia".
Por otro lado, sobre su etapa como presidenta de Manos Unidas, cargo que lleva ejerciendo desde 2012, Suárez afirma que han sido unos años "muy gratificantes" en los que ha visto "muchas ganas de trabajar" y en los que se ha fortalecido, por ejemplo, el área de educación para el desarrollo. También se han modificado los procedimientos para estandarizar la forma de trabajar en los distintos continentes y se está empezando a evaluar el impacto de los proyectos, según añade.