No ha llovido tanto en el Betis desde aquel título de Copa del Rey que el conjunto verdiblanco logró en el 2005 tras vencer en la final a Osasuna de Pamplona con un gol de Dani en el tiempo extra.
Sin embargo, las participaciones del cuadro bético desde entonces han dejado mucho que desear, pues en algunos casos, apenas ha tenido la posibilidad de acercarse siquiera a una semifinal y mucho menos a la finalísima del torneo del KO.
Desde el instante en el que consiguió el entorchado copero hasta su primera caída a la Segunda División del fútbol español; fueron tres veces las que el equipo de las trece barras tocó los cuartos; y los octavos en la temporada restante, incluido el derbi de infausto recuerdo para el beticismo, donde además de ser eliminado de la competición a manos del eterno rival de la ciudad, se vivió una desagradable situación en el Benito Villamarín después del botellazo recibido por Juande Ramos, técnico sevillista en la época gloriosa de Nervión.
Ya en la categoría de plata, los heliopolitanos se quedaron fuera de la Copa a las primeras de cambio a manos del Córdoba como dos años más tarde, con Mel en el banquillo verdiblanco. Sin duda los peores cruces béticos. En el recuerdo como una mota destacable en el camino, el 3-1 ante el Barcelona de Guardiola.