Sevilla

Condenado a 18 meses de cárcel por intentar explosionar un edificio con bombonas de gas en Alcalá

comenzó a golpear "fuertemente" contra el suelo una bombona de butano que tenía en el patio al tiempo que gritaba "con ánimo intimidatorio" dirigido a los vecinos de su edificio "voy a explotar el bloque, os voy a matar a todos"

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La Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a un año y medio de cárcel a un hombre que pretendió hacer explosionar el bloque de pisos donde residía en Alcalá de Guadaíra empleando varias bombonas de gas butano que había adquirido para este fin, todo ello mientras amenazaba a los vecinos diciendo 'voy a explotar el bloque, os voy a matar a todos'.

   En la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, la Sección Primera de la Audiencia condena a J.N.G. a un año de prisión por sendos delitos de amenazas no condicionales a sus vecinos y a seis meses de cárcel por un delito de resistencia, así como al pago de 180 euros por dos faltas de lesiones, todo ello con la eximente incompleta de anomalía o alteración psíquica, ya que sufría esquizofrenia paranoide.

   Asimismo, el tribunal impone al imputado, de 43 años de edad, la prohibición de aproximarse a menos de 200 metros y de residir en su vivienda durante el plazo de tres años.

   Los hechos tuvieron lugar entre las 4,00 y las 12,00 horas del día 5 de noviembre de 2013, cuando el acusado se encontraba en el interior de su vivienda y comenzó a golpear "fuertemente" contra el suelo una bombona de butano que tenía en el patio al tiempo que gritaba "con ánimo intimidatorio" dirigido a los vecinos de su edificio 'voy a explotar el bloque, os voy a matar a todos'.

"PÁNICO GENERALIZADO"

   De este modo, el imputado "provocó una situación de pánico generalizado" en el vecindario "ante el temor de que pudiera llevar a cabo sus amenazas", por lo que se personaron en el lugar cuatro agentes de la Policía Nacional, que evacuaron las viviendas, según recoge la sentencia consultada por Europa Press.

   Asimismo, sobre las 21,00 horas del día 17 de agosto de 2014, el condenado se encontraba en su vivienda y, de nuevo, comenzó a golpear "fuertemente" dos bombonas de butano contra el suelo al tiempo que gritaba "con ánimo intimidatorio" dirigido a los vecinos de su edificio frases como 'voy a explotar el bloque, voy a prender fuego al edificio'.

   Tras ello, seis agentes de la Policía Nacional se desplazaron hasta el lugar de los hechos y desalojaron a los vecinos de las viviendas e intentaron que el acusado depusiera su actitud y les permitiera la entrada a la vivienda, no obstante lo cual continuó con su actitud amenazante gritando 'ya he puesto una bomba antes, no se os ocurra entrar, voy a volar el edificio'.

   Los agentes lograron entrar al patio saltando el muro y retiraron las bombonas, logrando retener al imputado al agarrarle los brazos a través de la reja de una ventana, lo que permitió a los Bomberos forzar la puerta.

MANOTAZOS Y PATADAS

   Seguidamente, varios de los agentes entraron en la vivienda, si bien en ese momento el imputado consiguió soltarse y se dirigió hacia ellos con una actitud "obstativa e impeditiva", por lo que le redujeron, oponiendo el acusado "fuerte resistencia, propinando varios manotazos y patadas".

   Como consecuencia de los golpes, dos de los agentes sufrieron arañazos en los brazos que precisaron para su curación de mera asistencia facultativa. El acusado padece esquizofrenia paranoide, teniendo poca conciencia de su enfermedad y escasa adherencia terapéutica, lo que en el momento de los hechos puede ser compatible con una limitación de su capacidad cognitiva-volitiva.

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