Sevilla

El hombre congelado en una heladería murió estrangulado con un cable

El hombre de 62 años que fue encontrado muerto en un congelador de una heladería de Sevilla murió estrangulado con un cable eléctrico después de recibir un golpe en la cabeza con un objeto contundente, hechos por lo que está en prisión la dueña del local, María del Carmen Q. B, de 44 años

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El hombre de 62 años que fue encontrado muerto en un congelador de una heladería de Sevilla murió estrangulado con un cable eléctrico después de recibir un golpe en la cabeza con un objeto contundente, hechos por lo que está en prisión la dueña del local, María del Carmen Q.B., de 44 años.

Fuentes de la investigación han explicado a Efe que la muerte se produjo entre la noche del viernes 8 de enero y la madrugada del sábado 9.

El cable que habría empleado la mujer es uno de los que tenía a su disposición en la heladería Otoño, del barrio de la Macarena, que regentaba desde hacía dos años.

Previamente, el hombre, un jubilado de 62 años de menor estatura que la mujer, recibió un golpe en la zona occipital de la cabeza, tras lo cual fue introducido por motivos que se desconocen en un congelador vertical de la heladería.

La Policía localizó el cadáver en el congelador después de que la mujer confesara el crimen el sábado 9 de enero por la tarde en la comisaría de Dos Hermanas (Sevilla), donde viven dos hermanos suyos, han añadido las fuentes.

En su declaraciones, la mujer dijo que había sido acosada sexualmente y que se defendió de la agresión, lo que el abogado de la acusación y sobrino de la víctima, José Manuel Portillo, ha rechazado rotundamente porque ha apuntado que las cámaras de seguridad del entorno los vieron juntos de forma amistosa.

Varios testigos también desmienten la versión de la mujer porque han dicho a la Policía que los vieron juntos por el entorno de la heladería, ha añadido a Efe el abogado de la acusación, que pedirá la comparecencia de todos ellos en el juzgado de instrucción 4 de Sevilla, que instruye el caso.

Tras declarar el martes 12 de enero en el juzgado, el juez Francisco de Asís Molina decretó el ingreso en prisión sin fianza de la acusada, tras lo cual fue conducida a la cárcel de mujeres de Alcalá de Guadaíra (Sevilla), que le ha aplicado el protocolo fijado para evitar el suicidio con dos internas siempre junto a ella.

En la prisión, la misma en la que Isabel Pantoja cumple dos años de prisión por blanqueo de capitales, la mujer está "desubicada" y aún no entiende con nitidez todo lo que le ha ocurrido, han informado a Efe fuentes penitenciarias.

La Fiscalía y la acusación particular pidieron el ingreso en prisión de la mujer y calificaron lo ocurrido como muerte dolosa, mientras que el abogado defensor pidió la libertad de la mujer, que fue conducida a los juzgados con el ojo izquierdo con un gran hematoma, porque considera que actuó en legítima defensa.

En su comparecencia judicial, la acusada insistió en que no recordaba nada porque estaba bebida y también aseguró que ni siquiera tenía muy claro lo que declaró voluntariamente ante la Policía.

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