Si al Betis le ha ido algo bien durante gran parte de la temporada, ha sido la de ser, uno de los mejores visitantes de la Liga, cuyos números fuera de casa, a lo largo de muchas semanas, eran envidiables; incluso, por algunos de los equipos grandes de Primera División.
Los verdiblancos, que ante el Valencia superaron la pésima racha sin poder conseguir los tres puntos en el Benito Villamarín, toca ahora volver a la senda triunfal lejos de Heliópolis; y su próxima visita, números en mano, desde luego, invita al optimismo.
Y es que si hay un campo de España, el cual, en la última década, disputada en la máxima categoría del balompié nacional, al conjunto bético le ha resultado fructífera en cuanto a materia de puntos cosechados se refiere, ese es el estadio de Riazor; pues desde la campaña 2002/2003, donde el Betis obtendría su primera victoria en la historia frente al Deportivo de La Coruña en tierras gallegas, únicamente en una ocasión, el equipo de las trece barras caía derrotado al término de los 90 minutos reglamentarios.
En la memoria de aquel 2-4, aún perdura en la retina de la afición heliopolitana la exhibición de disparos de faltas y postes del brasileño Marcos Assunçao.
Tres triunfos y cuatro empates en los ocho enfrentamientos más recientes, son las cifras del Betis como visitante contra un Deportivo, que a día de hoy, necesita recuperar el impulso en sus resultados, pues suma siete jornadas sin conocer la victoria tanto en casa como fuera.
Veremos si los verdiblancos se pueden aprovechar de esta tesitura y arrancar un buen marcador al final del choque, que, como es obvio, sería de gran valía con vistas al objetivo de la permanencia con lo que ya resta de temporada.
La puntería de Rubén y el rigor defensivo, claves.
