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Sin rastro del niño arrastrado por el mar en el octavo día de búsqueda

El intenso oleaje y el mar de fondo, así como las fuertes rachas de viento, han impedido la utilización de la embarcación de Salvamento Marítimo, que tampoco pudo salir en todo el fin de semana, y de los helicópteros

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El operativo de búsqueda del niño de veinte meses que el pasado lunes fue arrastrado por el mar en la playa asturiana de Frejulfe, en Navia, ha finalizado sin éxito su octavo día, en el que las malas condiciones meteorológicas han impedido la salida de medios aéreos y marítimos.

El rastreo en la jornada de hoy se ha realizado exclusivamente por tierra mediante un operativo compuesto por una treintena de personas entre bomberos del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA), agentes de la Guardia Civil y voluntarios de Cruz Roja y Protección Civil, que han seguido rastreando una amplia zona del litoral occidental asturiano.

El intenso oleaje y el mar de fondo, así como las fuertes rachas de viento, han impedido la utilización de la embarcación de Salvamento Marítimo, que tampoco pudo salir en todo el fin de semana, y de los helicópteros.

La búsqueda, que hoy se desarrolló entre las 12:00 y las 19:15 horas, continuará mañana entra la zona de Barcia, en el concejo de Valdés, hasta Cabo Vidio, en Cudillero, varios kilómetros al este de Navia, ha informado el SEPA.

Las condiciones para la búsqueda podrían mejorar mañana ya que la alerta por fenómenos costeros finaliza esta medianoche, según informa la Agencia Estatal de Meteorología.

La desaparición del niño se produjo el pasado lunes en la playa de Frejulfe, a pocos kilómetros de la residencia familiar, a donde el pequeño había acudido con su padre y su abuelo a contemplar el temporal, al igual que otros vecinos de la zona, justo cuando la marea estaba más alta y había alerta naranja por olas de hasta ocho metros.

Un golpe de mar les sorprendió cuando trataban de pasar por una zona en la que la playa se estrecha a causa de un entrante de rocas, a pesar de las advertencias de algunos vecinos que también se encontraban en la playa contemplando el mar.

La ola tiró al suelo al padre y al abuelo, que llevaba en brazos al pequeño, y les arrastró mar adentro, momento en el que perdieron al niño mientras que los adultos lograron salir del agua.

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