El Unicaja Baloncesto mostró su lado más oscuro ante el Darussafaka Dogus en la octava jornada del top-16 de la Euroliga. El Volkswagen Arena de Estambul acogió el hundimiento del equipo de Joan Plaza que cayó por 78 a 55 y es colista del grupo.
El partido comenzó con un parcial de 0-4 a favor de los cajistas, con canastas del alero lituano Mindaugas Kuzminskas y el pívot Fran Vázquez, ambos, a la postre, máximos anotadores del equipo con 12 puntos cada uno.
Pero este fue un arranque ficticio, ya que el base Mehmet Yagmur, segundo anotador de su equipo con 12 puntos, cogió el timón y anotó los siete primeros puntos locales . El duelo entre el turco y el lituano marcó el ritmo en este cuarto que acabó 19-16.
El Unicaja, de blanco, tardó en anotar en el segundo periodo, a través de su director de juego, Demarcus Nelson. Fueron los minutos de la duda, los de Plaza aún estaban en el partido y el escolta Edwin Jackson anotó los dos tiros libres, sus únicos puntos, y el marcador se igualó, 22 a 20.
A partir de ese momento, la nave turca comenzó a remar con paso firme y constante, las canastas cayeron para los locales; a remolque el Unicaja, que a sus problemas de anotación, se unían las faltas cometidas por sus jugadores exteriores. Al descanso, el Darussafaka se fue con la mayor diferencia hasta ese momento, que puso Jamon Gordon, 37 a 28. La valoración de los locales superaba por 21 a los visitantes.
Los fallos en los tiros libres de Richard Hendrix, que regresó después de su lesión, y los rápidos cambios de defensa: de zona a individual, en el tercer cuarto, demostraron la desconcentración de los cajistas y volvieron a brillar los fantasmas.
El parcial de 0 a 4 al inicio del último periodo, fue el único atisbo de raza. A falta de siete minutos, el marcador era de 59-49, y aquí empezó la caída en picado de Unicaja, que no evitó la entrada a la pista de Jack Cooley; y que consagró la gran actuación de Luke Harangody con 21 puntos. Así, el resultado final fue 78-55.