El pintor mallorquín Miquel Barceló ha ganado el premio taurino "Ciudad de Sevilla" concedido por la Fundación Europea del Toro y su Cultura en colaboración con el Ayuntamiento de Sevilla.
Barceló se ha impuesto por mayoría absoluta y en primera votación a la terna presentada al jurado por las entidades organizadoras que tienen previsto entregar el galardón -una escultura de la creadora May Perea- en los días centrales de la Feria de Abril.
El alcalde de Sevilla, Juan Espadas (PSOE), que ha presidido el almuerzo posterior junto a Curro Romero -encargado de comunicar al pintor balear la concesión de este galardón-, se ha referido a la continuidad del trofeo al destacar la presencia del maestro de Camas, premiado en una edición anterior.
Espadas ha partido de "la difícil situación política que atraviesa este país" para justificar la nueva orientación de este galardón que, a su juicio, "da una imagen reforzada y ligada al patrimonio, la cultura y las tradiciones y la historia de esta ciudad".
La Fundación Europea del Toro y su Cultura, que preside el aficionado malagueño Miguel Ángel Martín, ha sido la patrocinadora de la organización del premio que, de alguna manera, implica la continuidad del anterior galardón que se entregó los años 2013 y 2014 bajo la alcaldía del alcalde popular Juan Ignacio Zoido.
La entidad ha justificado la recuperación del premio "en cumplimiento de su objetivos fundacionales, entre los que se encuentran la defensa, la promoción y la colaboración con el patrimonio que representa el mundo del toro bravo y su entorno como bien cultural inmaterial".
El Premio Taurino "Ciudad de Sevilla" incluye el 'Accésit Fernando Carrasco a la Comunicación Taurina' que tiene el objetivo de reconocer anualmente al profesional de la comunicación que haya destacado en esta tarea y que en su primera edición ha sido concedido por aclamación al propio Carrasco a título póstumo.
Tras declarar la tauromaquia Fiesta Mayor de la ciudad bajo la alcaldía de otro socialista, Alfredo Sánchez Monteseirín, fue creado este galardón -en su primitiva versión- que se había concedido en sus dos primeras ediciones a los diestros Pepe Luis Vázquez -que no pudo recogerlo en vida- y a Curro Romero.
