Cádiz

El alojamiento de Elisa Reyes en una pensión tiene de plazo este lunes

Los servicios sociales del Ayuntamiento se hicieron cargo del tema el pasado viernes.

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  • Reproducción de la carta. -

Elisa Reyes volvió a ver la luz el pasado viernes, cuando las asistentas sociales del Ayuntamiento de Cádiz le daban una carta a través de la cual posibilitaban que esta mujer de 50 años tuviera un techo bajo el que dormir.

El susto viene otra vez ahora para Elisa cuando se ha dado cuenta de que la carta tiene un intervalo de tiempo concreto, que finaliza este lunes. Por lo cual, “tengo una cosa en el estómago que no me deja ni comer, no sé que va a ser de mi a partir de hoy, vuelvo a estar igual que el viernes”, afirma asustada esta gaditana.

Además, estoy en la calle con todas mis cosas, “y gracias a la pensión, ahora mismo las tengo almacenadas aquí, pero a ver qué va a pasar a partir de hoy”. 
Esta mujer de 50 años, está separada, es madre de cuatro hijos, y después de estar dos años trabajando en Alicante decidió volver a Cádiz con su nueva pareja. Llegó a Cádiz hace ocho meses, y aún no ha conseguido empleo, aunque ella afirma que ha trabajado de muchísimas cosas.

Desde los servicios sociales del Ayuntamiento se le informó la semana pasada que debía buscarse una vivienda de alquiler, para que de esta manera pudieran ayudarla desde el Consistorio, pero en medio de esa búsqueda Elisa Reyes se encontraba que “cuando contaba a las inmobiliarias el asunto me indicaban que no me alquilaban la casa por venir del Ayuntamiento”.

El viernes esta mujer se encontró que en un primer momento “la asistenta social no quería asistirme”, pero cuando volví al Ayuntamiento me indicaron que acudiera de nuevo a servicios sociales, donde le dieron la carta para poder alojarse en la pensión en la que ha estado durmiendo el fin de semana.

En cuanto a las comidas, la mujer ha acudido a casa de una amiga para poder comer, porque “en la pensión no puedo ni cocinar ni nada. Solo dormir”.

Elisa Reyes teme qué vaya a ocurrir con su vida a partir de mañana, ya que no tiene ni familia ni amistades a las que acudir para poder alojarse, puesto que todos están en una situación similar a la de ella, según explica a este medio.

Acudirá de nuevo a las asistentas  sociales para que le marquen las pautas  para optar a una vivienda, lo malo es que ya no sabe dónde dormirá.

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