Jerez

El 30 % de los autónomos de la provincia son inmigrantes

Desarrollan actividad en “nichos de mercado que han quedado desocupados por la población autóctona”. La mayoría procede del territorio de la Unión Europea (43 %), según una investigación realizada por el sociólogo Fernando Gómez-Vizcaíno en la UCA

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El 30 % de los autónomos que hay dados de alta en la provincia de Cádiz son inmigrantes. Es el dato que se desprende de la investigación doctoral del sociólogo jerezano Fernando Gómez-Vizcaíno en la Universidad de Cádiz, y en la que se analiza el fenómeno del trabajo por cuenta propia entre la población inmigrante, bajo el título ‘El trabajo autónomo inmigrante en la provincia de Cádiz’.
Las conclusiones que se derivan del estudio de Gómez-Vizcaíno van más allá y, por ejemplo, rompen el mito de que los extranjeros, y en especial la población china, se benefician de exenciones fiscales para sus negocios. Según Gómez-Vizcaíno, “apenas existen medidas públicas para el fomento del autoempleo entre la población inmigrante”, y afirma, a la luz de la investigación, que este tipo de políticas han quedado desplazadas por la “preocupación por el desempleo autóctono” y porque se percibe cierto “rechazo hacia la iniciativa pública de apoyar al colectivo inmigrante emprendedor”.
Además, el estudio refuta la idea de la fuerte presencia de población china en la provincia, porque “el 43 % de los extranjeros que figuran en el padrón a nivel provincial proceden del territorio de la Unión Europea”, y a ese grupo poblacional le siguen en número los africanos (25 %) y los procedentes de América del Sur (16 %). No obstante, y como consecuencia de la crisis, detalla también la investigación, la provincia ha perdido población inmigrante, sobre todo aquella que vino en su día desde Sudamérica. El único grupo poblacional que se mantiene estable en el censo es el asiático, que experimenta incluso un crecimiento, sin llegar aún a sobrepasar al número de inmigrantes comunitarios.
La mayor parte de estos inmigrantes se concentran en núcleos de “gran dinamismo económico”, así el 45 % se concentra en la zona del Campo de Gibraltar y el 40 % en el eje metropolitano Bahía de Cádiz y Jerez.
Gómez-Vizcaíno entiende que “las administraciones no pueden tratar del mismo modo a todos los autónomos inmigrantes” porque no todos vienen a la provincia con la misma motivación emprendedora. Así, los inmigrantes europeos que llegan hasta Cádiz tienen un perfil experto, con especialización formativa y profesional, tienen cierto nivel adquisitivo, un rango de edad que supera los 40 años y que vienen buscando ocio, descanso, y un mejor nivel de vida. Los inmigrantes de origen africano y sudamericano tienen, de media, entre 35 y 39 años, y su iniciativa emprendedora se debe a que contemplan el trabajo autónomo como una vía factible para integrarse en el mercado laboral español y buscando una dignificación de sus condiciones de vida y laborales con respecto a sus países de origen.
Por sexos, son los hombres inmigrantes los que más se dan de alta como autónomos, aunque empieza a aumentar el número de muejres que empieza a optar por esta opción. También entre la población inmigrante se ve una segregación por sexos del tipo de trabajo ejecutado: así, el trabajo doméstico sigue siendo cosa de mujeres latinoamericanas, rusas y ucranianas. Por su parte, los varones de origen magrebí, subsahariano y latinoamericano, se dedican a la construcción, a la hostelería y a la agricultura.
La provincia de Cádiz cuenta con un 30 % de autónomos inmigrantes, un porcentaje que supera al del conjunto de Andalucía (17 %) y al de España (16 %), según el estudio de Gómez-Vizcaíno. En su opinión, “hacer gueto de este colectivo es un error, porque ayudarían a dinamizar la economía”. Y pone como ejemplo el “tímido auge” de los comercios chinos en el centro de Jerez, que “ya están empezando también a dedicarse al sector de la hostelería”, porque considera que esta puede ser una forma de “no dejar morir el centro de Jerez, ahora deprimido por el modelo de ciudad y por los grandes centros comerciales”.
Los autónomos inmigrantes están ocupando “nichos de mercado que han quedado desocupados por la población autóctona como consecuencia de la crisis”, y la causa de esto es su menor dependencia del sector bancario a la hora de acceder a la financiación. Los inmigrantes extracomunitarios, los que no proceden del territorio de la Unión Europea, se nutren de redes de parentesco, amistad y afinidad para conseguir financiación para montar sus negocios, lo que los hace obtener condiciones más beneficiosas que si pidieran dinero a los bancos. Un fenómeno que, según Gómez-Vizcaíno, no se limita solo al ambito económico: es lo que su investigación denomina como ‘economía étnica’, la red de contactos y apoyo que sirve a los autónomos de colchón de sus negocios en un contexto como el andaluz, en el que, según el sociólogo, apenas existen medidas públicas de apoyo.
Fernando Gómez-Vizcaíno presentó su investigación el pasado mes de febrero en la Universidad de Cádiz, matriz de su estudio, y obtuvo la calificación Cum Laude, la máxima en estudios de doctorado. Ahora busca la posibilidad de socializar el fruto de su investigación por medio de la publicación de un libro, para que “se tenga en cuenta esta tendencia emergente en la economía”, y para llamar la atención sobre este sector que, considera, es “dinamizador de la economía local”.

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