El alcalde de Sevilla, Juan Espadas (PSOE); la Comisionada para el Polígono Sur, Mar González; el director territorial de CaixaBank en Andalucía Occidental, Rafael Herrador; el director corporativo del Área Social de la Obra Social La Caixa, Marc Simón, y el coordinador de Proyectos de Fundación Cajasol, Javier Blanco, han firmado la ampliación a un segundo año del convenio de colaboración para impulsar la continuidad del proyecto de Intervención Comunitaria Intercultural en el Polígono Sur de Sevilla, un proyecto al que se suma por primera vez el Consistorio hispalense.
En este sentido, Espadas señala que se trata de uno de los lugares de Andalucía donde probablemente más se demuestra la capacidad de colaboración entre las Administraciones y la iniciativa privada en materia social para trabajar contra la exclusión y apostando por la interculturalidad. Así, advierte de que los problemas en la zona "son de gran envergadura y existe una enorme brecha de desigualdad", una situación ante la que pone en valor proyectos "con rigor" como éste que se ha impulsado, con equipos estables en el tiempo.
"Hay que dar un paso al frente porque se trata de un barrio más de la ciudad, no es un barrio ajeno donde el Ayuntamiento escurre el bulto porque ya hay otras administraciones, sino que es responsable. Estamos para asumir que los problemas de la zona son los problemas de la ciudad y, por tanto, del Ayuntamiento, que apuesta por seguir manteniendo la inversión en estos barrios", recalca.
El alcalde marca la seguridad como una prioridad, pese a que "queda camino por avanzar, al ser uno de los elementos que más se quejan los vecinos y con razón". "Estos barrios no pueden parecer que están al margen de la convivencia y de las reglas de juego básicas", agrega.
"TRABAJO EN POSITIVO"
González ha destacado ese "trabajo en positivo, por el aprecio de la vida en común", con el objetivo de resolver los aspectos negativos de la convivencia. Además, destaca la labor conjunta realizada en beneficio de la ciudadanía, a la par que reivindica un espacio público para que los "niños crezcan en paz" y apuesta por las soluciones dialogadas de conflictos.
En la misma línea, Herrador señala que se trata de un proyecto importante, valorando la disponibilidad municipal y del resto de los actores, y recalca que es una muestra del compromiso de la entidad con la ciudad.
"ENCONTRAR LO QUE NOS UNE"
De su lado, Simón indica que es un proyecto que "aúna voluntades" y se apuesta por que la mejora del barrio sea "una realidad". Explica que se trata de un proyecto dirigido a toda la población para "encontrar aquello que nos une, contando con la opinión del todo el mundo".
"Si conseguimos que todo el mundo participe, que puede colaborar en la actuación que se hace día a día, se puede recuperar ese orgullo de pertenencia al barrio para que mejore", agrega, señalando que los proyectos de este tipo que se han desarrollado en otras ciudades han mejorado las ratios de convivencia.
Estas intervenciones sociales que se llevarán a cabo con este programa se suman a las otras acciones que ya se desarrollan en el terreno desde La Caixa, como son los programas contra la pobreza infantil, en el que están 600 niños del Polígono Sur, o de inserción sociolaboral, gracias al que unas 125 personas encontraron trabajo.
DIAGNÓSTICO Y ACTUACIÓN
A lo largo de los primeros dos años de implementación del Proyecto de Intervención Comunitaria Intercultural, el Polígono Sur de Sevilla está protagonizando la construcción del Proceso Comunitario Intercultural, comenzando por el diagnóstico de las necesidades de la población del Polígono Sur. Este proyecto se ha desarrollado desde 2010 en territorios diversos en sus características sociodemográficas y ubicaciones, concretamente en 39 territorios.
Tras la firma del convenio de renovación, ha tenido lugar el I encuentro Comunitario donde se ha presentado la Monografía Comunitaria y el Diagnóstico del Polígono Sur, un estudio pormenorizado de la situación actual de esta barriada que recopila las claves y las estrategias necesarias para hacer de este lugar un espacio favorable de convivencia y en cuya elaboración han participado más de 153 personas y 42 entidades.
Los datos objetivos y la opinión de quien vive y trabaja en el barrio han llevado a la obtención de un diagnóstico comunitario que plantea abordar algunas necesidades como son la recuperación del espacio público del territorio dotándolos de valor y reconvirtiéndolos en espacios de encuentro y convivencia. Una vez identificadas las anteriores necesidades, el siguiente paso será intentar darles una respuesta a partir de la elaboración de una programación comunitaria que dé respuesta a algunos de los retos planteados en la monografía.
Los asistentes han coincidido en destacar la importancia de la participación activa de todos los actores implicados en la vida del barrio y han incidido en que su mirada debe dirigirse hacia la comunidad, y hacia las personas, no sólo para poder abordar la integración y la cohesión social, sino también para poder prevenir la conflictividad.
En este sentido, optimizar las capacidades de respuesta, situar a los ciudadanos como protagonistas del cambio, conectar y conocer la realidad, consensuar acciones, favorecer la cercanía, crear vínculos, reconocer lo que nos une identitariamente, poner el énfasis en lo común y tener como finalidad el bienestar y progreso de la comunidad son algunas de las ideas que se han repetido a lo largo de esta jornada, concebida como un espacio de encuentro y toma de conciencia de todos los colectivos y entidades del barrio para crear un contexto que favorezca el diálogo para la construcción de relaciones que fortalezcan el territorio con la mirada puesta en la sostenibilidad de los procesos comunitarios.
